¿Por qué la segunda temporada no cumple con lo prometido?

Luego de una primera temporada que se mantiene entre las 3 mejores producciones de Marvel en Netflix, la segunda parte de The Punisher tenía la vara bastante alta y además los rumores de su cancelación estaban muy latentes mientras se filmaba. Quizás a partir de esas dos razones podemos explicar un poco de lo que pasó aquí.

Hace algunas semanas hicimos una recopilación acerca de lo que podíamos ver en el show, incluyendo algunas declaraciones de Jon Bernthal y los showrunners. Había mucho potencial para poder hacer otra gran temporada, pero evidentemente no supieron aprovecharlo.

No todo fue malo, por supuesto, pero hubo varios puntos donde los encargados de la serie no le acertaron. Y aquí repasaremos todos ellos, incluyendo los items positivos también.

Si hay una razón para darle una oportunidad a la segunda temporada de The Punisher, bueno, es Jon Bernthal, pero las escenas de acción también se destacan. Las escenas de pelea de serie no tienen la misma coreografía ingeniosa que en Daredevil, pero en realidad no lo necesitan, porque el estilo aquí encaja perfectamente con los personajes: son escenas frenéticas y extremadamente intensas.

No hay un héroe que salga ileso, o que se enfrente a un solo rival a la vez, si no cuerpos por todas partes y un énfasis real en hacer que la violencia sea lo más visceral posible, sin dejar de ser muy entretenidas, en especial la de Frank en el gimnasio y la de Pilgrim en el bar.

Además, sería negligente no resaltar cuán maravillosamente bueno es el papel de Jon Bernthal. Hasta podríamos argumentar que es la mejor actuación de un personaje principal dentro del mundo de Marflix. Bernthal captura a la perfección a The Punisher como una fuerza de la naturaleza: es un animal furioso en las secuencias de acción, literalmente rugiendo en ellas y sin mostrar el más leve remordimiento. Transmite sus heridas, pero también da la sensación de que el personaje nunca será realmente lastimado.

Aún más impresionante, sin embargo, es cómo Jon actúa en los momentos de tranquilidad: cuando baja la guardia con Amy, y vemos la tristeza y el dolor en sus ojos; cuando hace una broma, muestra una habilidad especial para la sincronización entre lo cómico y el tono oscuro; y en esos instantes justo antes y después de las explosiones de rabia, cuando vemos la lucha interna entre Frank Castle y The Punisher.

Bernthal entrega todo lo que el personaje debe ser y algo más.

Esta no es una crítica común de los espectáculos de Marflix, pero el viejo problema se vuelve a repetir una vez más en la segunda temporada de The Punisher.

La temporada ha tenido un comienzo fuerte, ya que Frank se abre camino a través de Estados Unidos, conoce a Beth y su hijo y luego se topa con Amy y se mete en una pelea explosiva en el baño que engendra un gran misterio, dando inicio a la historia de esta segunda parte.

Después de eso, sin embargo, The Punisher tiene que seguir encontrando formas de ralentizar las cosas, porque no hay suficientes historias para sus 13 episodios; es el tipo de estiramiento y estancamiento al que estamos acostumbrados, pero eso lo hace aún más frustrante cuando podría resolverse reduciendo el número de episodios o, en su defecto, tener episodios más cortos.

La primera temporada de El Castigador no era realmente una historia de The Punisher, era una historia de Frank Castle. Se trataba de quién es realmente el hombre que lleva el cráneo y los eventos que lo llevaron a convertirse en esa persona. La temporada 2 hace todo lo posible para darnos a The Punisher. Él es, como tiene que ser, alguien que mata a muchas personas, usa armas y violencia repetidamente para lograr sus objetivos, pero el programa también lucha con las ideas de si podría ser un verdadero superhéroe y si puede ser considerado “bueno”.

No obstante, nunca logra absorber por completo a ese “héroe”; recién al final podemos ver la transformación completa. Esta segunda temporada sigue con lucha interna de Frank acerca de quién es; por qué hace lo que hace; ¿está bien?; porqué se diferencia de los villanos.

Frank trata de convencerse de que no es igual a Billy, pero nunca tiene en cuenta cuán igual es a John Pilgrim, el otro villano del programa, que es un nazi súper religioso que no tiene problemas en matar a niños, mujeres o personas inocentes.

Esa transformación de Frank a The Punisher nunca termina de llevarse a cabo.

Los productores han decidido no ir hasta el final con la aparición de Jigsaw, dándole a Billy Russo más cicatrices mentales y emocionales que físicas. Es una idea interesante en teoría, pero no funciona en la práctica cuando Russo está tan frustrado por su apariencia. El hombre tiene un par de cicatrices en la cara, y todavía sigue siendo muy guapo, por lo que es bastante absurdo que varios personajes al azar se burlen de su aspecto, diciéndole que ya no tiene esa “pretty face”.

La historia de Billy perdiendo sus recuerdos nos obliga revivir varias puntos que ya pasamos en la primera temporada; quizás esta sea una de las consecuencias de la cantidad exagerada de capítulos.

Además, debido a la historia de Pilgrim y los otros 2 viejos ricos, Jigsaw nunca termina de ser el villano principal y hasta a veces terminamos sintiendo pena por él, porque no sabemos si lo que hace lo lleva a cabo debido a su maldad o porque está enfermo y es manipulado por su nueva novia.

Hubiese sido una historia mucho más simple y efectiva que Billy se despertara sintiendo un odio incontrolable hacia Frank y busque matarlo a él, a Curtis, a Madani y a cualquiera a toda costa, manteniendo esa misión de reclutas de ex militares para que lo ayuden.

Otra idea que funciona mejor en teoría que en ejecución es la forma en que esta segunda temporada intenta establecer un misterio central, que concierne a Amy y a la gente de la que está huyendo, incluido John Pilgrim y la familia Schultz.

Amy, asustada y propensa a huir, no dice mucho sobre lo que le pasó. Sin embargo, en lugar de crear un misterio intrigante, la inquietud aquí simplemente se vuelve irritante y nos impide poder entender completamente el personaje o lo que le está sucediendo. Podemos sentir empatía, porque es una niña que se enfrenta a una situación grave, pero sin saber qué es esa situación o por qué las cosas son tan malas, reduce la cantidad de cariño hacia su personaje.

Podríamos decir que al show le sobra todo lo relacionado a esta historia…

John Pilgrim venía para ser la contracara de Frank para que él dé cuenta que, a veces, el fin no justifica los medios y que se estaba transformando en todo lo que odia, pero al final terminan ayudándose uno al otro… ¿¡QUÉ!?

Creíamos que el personaje de Josh Stewart iba a ayudar a Frank a alejarse de ese aura de sicario fascista del que tanto habían querido desligarse públicamente los protagonistas y showrunners, pero al final terminaron dándole un costado ¿humano? a Pilgrim que lo hace quedar casi como una víctima y por eso Castle termina ayudándolo. Increíble.

No solo le erraron al objetivo del personaje en cuanto al mensaje político, social y cultural, si no que también desperdiciaron una gran actuación. En los primeros episodios Pilgrim se presenta como un personaje al que realmente podemos odiar y que se puede transformar en un gran villano, pero al correr de los episodios se va trasladando a un segundo plano y su historia va girando en el sentido incorrecto y termina aliándose con Frank para matar a la familia Schultz.

Este quizás sea el peor error que han cometido las series de Marvel en Netflix, por un muy amplio margen. Otro actor, personaje y arco argumental que es victima de…

La temporada 2 de The Punisher tiene 2 hilos principales que atraviesan la trama: uno es la lucha de Billy Russo por descubrir qué le sucedió, y la batalla contra Frank , y luego está la otra cara de la moneda con Amy, John y los Schultz. El show no utiliza estos 2 hilos para crear una trama principal bien estructurada y que al final se terminan fusionando para darnos unos últimos capítulos super emocionantes donde no sabemos qué puede suceder. Aquí pasa todo lo contrario: se intenta abordar a ambos como si fueran la trama principal, con resultados cero exitosos. Tenemos capítulos que se centran en un hilo y luego, de manera bastante abrupta, cambian de rumbo y se centran en el otro. Nunca hay un cambio de frente que se sienta natural, como en la última de Daredevil, por ejemplo, que tenía varios hilos principales, pero que todos se conectaban entre sí.

Toda la historia que concierne a Amy, Pilgrim y el resto, está de más. No tiene lugar alguno dentro de la historia y nunca termina de fusionarse con el arco de Jigsaw. Si el objetivo era hacer a Frank más blando a través de la presencia de una familia ¡TENÍAN A BETH Y SU HIJO A LOS CUALES FRANK QUERÍA! ¿¡DÓNDE QUEDÓ ESA HISTORIA!? 2 personajes claves que desaparecieron sin razón alguna luego de la pelea en el bar y que no se vuelven a mencionar. Sacamos a Amy y John, agregamos a Beth y su hijo metidos en el medio de la guerra entre Frank y Jigsaw, tan simple como eso.

Tal vez los showrunners sabían que esta podía ser su última temporada y quisieron poner todo lo que tenían preparado dentro y así se terminó generando un atraco de personajes, historias, arcos argumentales, referencias y demás. Y ni siquiera mencioné la desaparición de Micro, que ni es mencionado durante toda la temporada.