La serie danesa se despidió con mucha pena y poca gloria

El pasado 6 de Agosto The Rain, la primera serie danesa original de Netflix, estrenó su tercera y última temporada. El show, que mostraba un mundo post-apocalíptico en el que un virus propagado por la lluvia había diezmado la población de Escandinavia, tenía como protagonistas a dos hermanos, Simone y Rasmus, en quienes recaía básicamente el futuro de la humanidad.

Con una primera temporada muy interesante, visualmente muy bella, que mostraba el vínculo de estos hermanos y su desesperación por entender ese nuevo mundo en el que se encontraban tras seis años de encierro en un búnker, en la segunda entrega la serie pegó un volantazo hacia una ciencia ficción más extrema, entregándole a Rasmus una suerte de superpoder relacionado con el virus que había infectado el planeta. Además, en esta segunda parte, la serie profundizó en los melodramas de los vínculos románticos que tanto Rasmus como Simone comenzaron a tener, volviendo a la serie algo más adolescente que post-apocalíptica. Lamentablemente, la tercera temporada continuó por ese camino y The Rain se despidió con seis episodios olvidables. A continuación, analizamos juntos la temporada final de esta serie danesa de Netflix.

Al finalizar la segunda temporada, Rasmus y Simone habían separado sus caminos definitivamente: el hermano pequeño, completamente fuera de control tras haber perdido a su querida Sarah en un enfrentamiento con Apollon, puso en riesgo a todos, amenazando a Martin principalmente. Ante esto, Simone le disparó, lo cual no le hizo mella a Rasmus pero sí lo incitó a abandonar a su grupo de amigos y entregarse a las fuerzas de Apollon para que hicieran con él lo que mejor les pareciera.

La temporada final empieza con el grupo de sobrevivientes intentando encontrar una forma de abandonar la zona de cuarentena. Ayudados por Kira, guían a Simone y Fie hasta un túnel que las llevará más allá del muro, ya que ellas son las únicas que no poseen las partículas de Apollon que las retienen en la zona. Simone logra cruzar, mientras que Fie, embarazada, es capturada por Apollon. Al cruzar, Simone se da cuenta de que el virus ha salido de la zona de cuarentena y que la vida en todo el mundo se encuentra acechada por el virus.

Finalmente, todos terminan en la base de Apollon, donde Rasmus, tras descubrir lo que sucedió con Sarah (y reencontrarse con ella), decide hacerle caso a Sten (el líder maquiavélico de Apollon) y comenzar a infectar a otras personas para que se vuelvan inmunes y súper fuertes como él. A Simone esta idea le da náuseas y termina escapando, lanzándose de un puente hacia los rápidos de un río. El resto de sus compañeros ven esto y la dan por muerta, ya que la caída es impresionante.

Y a partir de allí, la serie empieza a descender en los confines de una trama ridícula. Simone sobrevive a una caída imposible, encuentra nuevos sobrevivientes (una familia), con la que se toma su tiempo de descanso como si nada malo pasara y, de paso, descubre que tienen una misteriosa cura del virus a partir de una flor exótica (que nunca se explicará cómo nació ni porqué funciona contra el virus), mientras que Martin decide permitir que Rasmus lo infecte del virus antes de enterarse de que su amada Simone sobrevivió. ¿Qué pasa con el resto? Jean sigue inexplicablemente vivo y con el grupo (a pesar de haberlos traicionado en la temporada anterior), Kira juega a hacerse pasar por un soldado de Apollon (vamos, ¿todavía nadie notó que estuvo fuera de la base durante LARGOS días, con el grupo de Simone?), Sarah se queja de que la abandonaron (¡lógico, creían que estaba muerta!) y Fie y Patrick se convierten en los más racionales intentando sobrevivir cuidando el embarazo de Fie.

Demasiados episodios con tramas poco importantes (la presentación de la nueva familia, los niños pobres y salvajes que los atacan, Rasmus debilitándose porque continúa infectando personas, Sarah gritando, etc.) para llevar a lo inevitable: el enfrentamiento entre Simone y Rasmus. La primera no le perdona a su hermano que haya infectado a Martin y el segundo no le perdona que Martin se haya sacrificado para salvarla del virus.

El último enfrentamiento tiene muy poca acción (de hecho, creo que vemos más de la preparación del “campo de batalla” que de la pelea en sí), ya que a último momento Rasmus es convencido por una Sarah culposa a sacrificarse por el bien común. Los enamorados se abrazan a la planta mágica y así, tras una explosión muy vistosa, el virus es eliminado y ellos dos mueren, quedando como los héroes de esta historia.

Sin lugar a dudas, la temporada final de The Rain es una desilusión. La trama post-apocalíptica se pierde en el melodrama adolescente y las explicaciones importantes de ciencia ficción quedan también relegadas a ver a los jóvenes llorar por amores perdidos y no correspondidos.

En conclusión, una propuesta interesante que se va desarmando episodio tras episodio.