The Tender Bar presenta un drama cálido sobre el viaje de la vida, pero… - Spoiler Time

The Tender Bar presenta un drama cálido sobre el viaje de la vida, pero…

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#TheTenderBar trata de algo que vemos y nunca valoramos: el amor de estar vivos.

Corrían los años ochenta y J.R. Moehringer era poco más que el chico de los recados del New York Times cuando le concedieron un periodo de prueba como periodista local. Decidido a que servía para contar historias, sus pininos trataban sobre disputas vecinales y experiencias personales en el ambiente hogareño junto a su tío Charlie. Eventualmente, uno de los jefes de la redacción no tardó mucho en intuir su talento para el oficio.

Al final, los elogios no le ayudaron a hacerse un hueco en el diario: lo invitaron amablemente a marcharse y foguearse en otros medios más pequeños, pero aquella intuición no estaba equivocada. Años después, Moehringer fue reconocido con el Pulitzer de Periodismo.

Sus primeros años de aprendizaje están contados a detalle en The Tender Bar, el libro autobiográfico que ya tiene su adaptación cinematográfica escrita por William Monahan y dirigida por George Clooney. Se trata de una producción original de Amazon Prime Video.

La película cuenta la historia de JR, que comienza en 1973 con su reubicación y la de su madre (Lily Rabe) en la casa abarrotada y ruidosa en donde el padre (Max Martini) abandonó a su esposa e hijo. Rodeado de una casa llena de tías, tíos, primos y su abuelo (Christopher Lloyd), la figura que más vislumbra es la del tío Charlie (Ben Affleck), un padre sustituto para un niño que no tiene otro modelo masculino a seguir.

JR tiene nueve años y su madre soltera y protectora, con problemas financieros, se disculpa con él por su nueva vida. “Me gusta”, responde su hijo. “Me gusta tener gente”. El pequeño JR disfruta el ambiente, pero es indudable la carencia de la figura masculina, el padre indolente que nunca ha conocido –salvo las veces que se escabullía para buscarlo en la radio– , un DJ, locutor de radio, conocido como The Voice. Ahí es donde el tío Charlie, que atiende un bar en un lugar local llamado The Dickens, aparece como el padre sustituto con consejos de vida –sobre “las ciencias masculinas” de la bebida, las mujeres y el honor–. Es él quien, en cuanto JR muestra su aptitud para las palabras, le da aliento y los libros de su armario, sirviendo como detonante para que su sobrino quiera dedicarse a la escritura.

Fuente: Amazon Prime Video

Clooney y Monahan emplean una forma de narración discreta: la película se te acerca sigilosamente con, aparentemente, uno o varios mensajes, como un cóctel dulce sobre el alcohol y las canciones, sobre la amistad y el periodismo, sobre la familia, la de sangre y la otra, sobre las voces, la del padre que lo abandona pero al que persigue de forma obsesiva. Un ingrediente conmovedor es Ben Affleck, cuyo trabajo aborda consejos prácticos y el espectador desarrolla un profundo afecto por el personaje. Es, precisamente, el actor que dio vida a Batman, uno de los puntos más disfrutables del largometraje, con escenas de intimidad que logra con su sobrino, tanto con la versión infantil (Daniel Ranieri) y la encarnada por Tye Sheridan.

Pero...

El ambiente hogareño planteado en la primera mitad de la película nos sugiere que la historia va hacia un rumbo definido, un mensaje claro y preciso; sin embargo, esta intención se va desvaneciendo con el avance de la película. Quizá el tema, sugiere JR al sacerdote en el autobús, podría ser “el niño pobre quiere a la niña rica”. El personaje principal se enamora de Sidney (Briana Middleton), pero ella no le devuelve el afecto. En lugar de eso, lo engaña mientras sale con otros chicos, pero el personaje de Tye Sheridan se enfrasca –y obsesiona– por ser alguien de importancia, alguien que llame su atención. En este sentido, el romance no correspondido no se siente convincente. “Había algo en ella, algo diferente. Algo que me dio esperanza”, narra la voz en off de un adulto JR, buscando justificar, de alguna forma, los minutos de largometraje dedicados a esta subtrama.

Desafortunadamente, también se siente que el JR de Tye Sheridan se desvanece. Desde Mud, hasta la reciente The Card Counter, Sheridan ha encontrado un nicho único para sí mismo, interpretando a jóvenes abandonados o maltratados. Aquí, a excepción de una confrontación con su padre, JR en su mayoría se muestra inerte, pasivo, ocasionalmente impaciente por su destino, pero por lo demás, es indiferente a los pocos obstáculos que se presentan. Lo que termina haciendo que el personaje se mueva y entre en acción, es el mismo elemento del romance no correspondido.

Aunque la cinta dedica un poco más de atención al tío Charlie de Ben Affleck, a quien, tanto JR, como la misma película contemplan con asombro, también permanece en gran parte inexplorado. Si se nos plantea que Charlie es tan inteligente, capaz e independiente, ¿por qué sigue viviendo en esa casa? ¿Por qué no tiene hijos propios, o el interés en mantener una relación? La figura sabia y enorme carisma de su personaje es, por sí solo, un elemento que hace que la película sea agradable, cálida, pero a medias.

En resumen

Resulta complejo extraer la esencia de una historia que abarca una década, más o menos, desde el primer descubrimiento de literatura de JR (cortesía del tío Charlie y su armario de libros) hasta los años universitarios en Yale y su primer trabajo en periodismo. Pero si The Tender Bar trata de algo, es de amor familiar: el amor de contar historias, de las personas que amamos, que nos aman, de las personas que nos van dejando y las que se van quedando en el camino. El amor de estar vivos.

Fuente: Amazon Prime Video

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