El pasado domingo 29 de noviembre la miniserie que volvió a unir a David E. Kelley y a Nicole Kidman luego de su trabajo en Big Little Lies llegó a su fin. The Undoing, este thriller de tan solo seis episodios basado en la novela You Should Have Known de Jean Hanff Korelitz culminó con un episodio fuerte que por fin respondió a la pregunta de quién asesinó a Elena Alves.
A pesar de sus escasos seis episodios, The Undoing había hecho un buen trabajo en confundirnos acerca del culpable del brutal homicidio de Elena Alves. Aquellos que solemos mirar este tipo de historias, quisimos descartar a Jonathan Fraser, el hombre al que toda la evidencia apuntaba, por demasiado obvio, y entonces dirigimos nuestras miradas hacia otros personajes, entre los que encabezaba la lista el marido de Elena, Fernando Alves, la esposa de Jonathan Fraser, Grace, su suegro, Franklin, y, porqué no, hasta su hijo, Henry Fraser.
Sin embargo, todos esos personajes no fueron más que distracciones: el único culpable siempre fue Jonathan y, en este último episodio, su personalidad monstruosa realmente salió a la luz. El descubrimiento del arma homicida en manos de Henry sobre el final del quinto episodio encendió la luz de alarma en Grace, quien se dio cuenta del riesgo en el que estaba poniendo a su hijo al intentar respaldar a Jonathan. Es por esto que el personaje interpretado por Nicole Kidman se juega su última carta al subirse al estrado y desnudar el pasado de Jonathan y dejarlo pintado en cuerpo y alma como el narcisista sociópata que sus propios padres advirtieron.
La rebelión de Grace se disfrutó poco: acorralado, Jonathan optó por secuestrar a Henry, haciéndonos temer a todos lo peor. Los últimos minutos de The Undoing, a bordo de ese auto, con el personaje de Hugh Grant completamente fuera de control y el de Noah Jupe completamente aterrado fueron de lo mejor de la serie. Son estos dos actores los que nos dieron lo mejor de la serie y lo mantuvieron hasta el final.
The Undoing quiso inscribirse en la gloria de los policiales de HBO y, especialmente, acomodarse cerca del éxito de Big Little Lies, ya que reunía, como dijimos en un comienzo, a Nicole Kidman y a David E. Kelley nuevamente. Además, le sumaba a la experimentada de Susanne Bier, quien supo imprimirle a esta historia de privilegios y mentiras en el corazón de Nueva York su mirada diferente, más cercada a un policial nórdico. Sin embargo, no lo logró.
Si bien The Undoing supo mantener el misterio hasta el final, perpetuando la duda acerca del culpable del homicidio, hubo cosas que hicieron ruido todo el tiempo. Para empezar, la actuación de Nicole Kidman debe estar entre las más flojas de su carrera; se siente exagerada y poco creíble en casi todo momento. Por otro lado, otros personajes fueron muy poco explorados, algunos de ellos incomprensiblemente, como por ejemplo el otro gran sospechoso del caso, Fernando Alves. El personaje de Ismael Cruz Córdova dice unas poquísimas líneas en los seis episodios, casi que podemos contarlas con los dedos de las manos, lo cual no nos permite involucrarnos con él ni tampoco verlo como el personaje “explosivo” y “violento” que en el show mencionan una y otra vez.
No quedan dudas de que a The Undoing le faltó para convertirse en un éxito rotundo como lo fue Big Little Lies o, quizás, sea este emparentamiento con esta serie lo que le jugó en contra, ya que, como todos sabemos, las comparaciones suelen ser odiosas. Tenemos que reconocerle a The Undoing, de todos modos, su capacidad para mantenernos en vilo e interesados hasta el final y el ojo maravilloso de Susanne Bier para retratar a una ciudad mil veces vista de una forma novedosa. Si a eso le sumamos la actuación deslumbrante de Hugh Grant como un personaje encantador y perverso, con matices y duplicidades, capaz de enamorar y espantar en partes iguales, le alcanza y le sobra a la serie para estar más que aprobada.