The Way of the Husband, la nueva producción anime de Netflix, nos trae una adaptación de Gokushufudo, un manga escrito e ilustrado por Kōsuke Ōno, publicado en la revista Kurage Bunch desde 2018 y recopilado por Shinchōsha en 4 volúmenes tankōbon.
En este artículo te contamos por qué esta serie puede ser digna de una maratón.
La historia se centra en un jefe de la mafia Yakuza conocido como El dragón inmortal que de un día para el otro decide dejar toda su vida criminal para dedicarse a la vida simple, convirtiéndose en un amo de casa capaz de realizar las mejores recetas de cocina.
Todo este enredo hace que la situaciones alrededor de pronto comiencen a convertirse en situaciones desopilantes, absurdas y por momentos ridículas.
A lo largo de cinco capítulos nos vamos adentrando en un mundo singular en donde la historia se construye a través de micro episodios. Cada uno de ellos nos muestra cómo este personaje se ve en una encrucijada permanente entre los que lo reconocen como un líder mafioso de los más peligrosos y su propia aspiración, la de ser el mejor cocinero del mundo. Tal vez en esa impronta radica lo atrapante de cada capítulo. De por sí ese tono ridículo le impregna una valor divertidísimo a la serie.
Pero hay algunos contrapuntos. Tal vez lo más extraño que nos encontremos en la serie es su animación y sobre todo su forma de contarnos la historia. Da la sensación de estar viendo una serie de fotografías encadenadas, intentando recrear la estética del manga con escenas de impacto. Esa mezcla de movimiento y estática es algo a lo que tenemos que acostumbrarnos den entrada dado que si no se supera esa barrera, la serie puede resultar chocante.
A su favor tiene la duración de cada capítulo que rondan entre 19 y 20 minutos, lo que hace que la serie, en su primera temporada, sea entretenida.
Resumiendo, The Way of the Husband, resulta una interesante experiencia animada. Tal vez los fanáticos se sientan un poco distantes dado que por momentos no rompe moldes como sí lo hace el manga.
Su formato también es algo que el espectador debe aprender a entender, y si lo hace, se encontrará con una serie cuya trama intenta salirse del promedio y jugar al absurdo constante para lograr situaciones desfasadas y ridículas.
Entre la mafia y la cocina, nuestro protagonista se dirime su destino logrando una historia más que efectiva. No se la pierdan.
Esta decisión es enorme tanto para el mundo del fandom como para la comunidad LGBTQ.
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