Hace unos días Netflix debutó la serie británica Bodyguard, la misma que sigue a David Budd (Richard Madden), un veterano de guerra heroico y volátil, asignado para proteger a la ambiciosa y poderosa Ministra del Interior, Julia Montague (Keeley Hawes), cuya política representa todo lo que él desprecia.
Creada y escrita por Jed Mercurio (Line of Duty) para la BBC, el thriller dio mucho de qué hablar desde su estreno, convirtiéndose en la serie más vista de la cadena desde 2010.
Si aún no le has dado una oportunidad, acá te dejamos 6 poderosas razones que te harán querer verla de inmediato.
1 Trama adictiva
Desde el primer episodio, la historia de Budd te dejará al filo de tu asiento. Sí, no exageramos al decir que tu corazón latirá al 1000 por hora y te morderás las uñas tratando de descubrir quién o quiénes están detrás de esta conspiración.
Bodyguard es el perfecto ejemplo de un drama de género thriller muy bien logrado. Los sentimientos que provoca al espectador son verdaderos. Transmite perfectamente la angustia y desesperación que viven los personajes al verse envueltos en situaciones peligrosas.
2 Es la serie más vista en Reino Unido
Como ya mencionábamos en nuestra introducción, es sorprendente leer las estadísticas y conocer el número de televidentes que alcanzó la serie en su país de origen. Bodyguard es la serie con la mayor audiencia registrada para un programa no deportivo nacional desde 2010. El rating no miente: 17.1 millones de personas no pueden estar equivocadas. Es una serie que todo seriéfilo debe ver.
3 Crítica a la política actual
Todo aquel que tenga acceso a internet sabe que en los últimos años el terrorismo en Inglaterra ha ido en aumento, incluyendo el atentado del Manchester Arena, en el concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande, que dejó 22 muertos el año pasado.
Esta es una de las razones por las que Bodyguard resulta fresca e interesante pues desarrolla una fuerte crítica contra la política actual este país. Además nos presenta un escenario completamente diferente al visto en las noticias, donde los que tienen el poder son capaces de cualquier cosa por conservarlo, inclusive perjudicar a su propio país…
4 Excelentes actuaciones
Si eres fan de Game Of Thrones, sabrás que Richard Madden, aka Robb Stark, es el protagonista en esta historia y su actuación es muy, pero muy diferente a lo que has visto de él en la serie de HBO. Y definitivamente es uno de los puntos fuertes de la serie: Madden sabe transmitir la desesperación y todas las emociones de su personaje perfectamente.
Por otro lado, la actriz Keeley Hawes, mejor conocida por haber participado en otra serie de la BBC, Spooks, también nos engancha con su actuación como la Ministra del interior Julia Montague, pues los espectadores nos debatimos entre si debemos desconfiar en ella y odiarla o amarla, o sea, estar de acuerdo con ella o no.
5 Personajes y trama bien construidos
Ligado al primer punto, el guión de la serie es fenomenal; no solo los personajes tienen muy bien delimitadas sus personalidades y sus motivaciones: la serie nunca pierde su rumbo. Podría ser una ventaja el ser un drama de pocos episodios, pero la estructura de cada uno de ellos juega un papel importante.
La historia de David Budd está contada de manera lineal. Sin embargo, en el transcurso de los episodios se van arrojando pistas que al final se unen y cobran sentido para el espectador.
6 Una muy buena calidad de producción
No se puede negar que la serie lleva el sello de garantía de la BBC; la cadena británica nos ha regalado a lo largo de los años numerosas series aclamadas por la crítica como, por ejemplo, The Night Manager en 2016.
Bodyguard no necesita escenarios despampanantes para brillar por sí misma; simplemente el ambiente citadino ayuda a crear la ansiedad que en una ciudad como Londres se vive día a día.