Tiger Woods es, probablemente, uno de los nombres más célebres de la historia del golf. Como atleta, llegó a un nivel de excelencia que nadie más en el mundo ha alcanzado. Sin embargo, su historia no estuvo ajena a los escándalos y es eso y mucho más lo que explora Tiger, el documental de dos partes (que, entre ambas, alcanzan aproximadamente las tres horas) que acaba de estrenar HBO, donde entre periodistas, colegas, amigos de la familia y otros reconstruyen esta biografía mostrando absolutamente todo lo que el deportista siempre quiso ocultar.
Eldrick Tont Woods es el nombre de nacimiento del hombre que desnuda el documental de dos partes de HBO dirigido por Matthew Hamachek y Matthew Heineman, dos partes completamente diferentes en las que, en la primera, se explora con seriedad y profundidad su historia familiar y qué fue lo que llevó a la cima en el golf, mientras que en la segunda se hace foco en las historias de tabloides y en el escándalo de múltiples amantes para mostrar la caída del atleta, pero también su regreso a la cima demostrando que, más allá de sus problemas personales, sigue siendo un talento irrepetible en el golf.
¿Cómo se crea un hombre como Tiger Woods? Earl Woods, el padre de Tiger, tenía una idea clara al respecto: disciplina, disciplina y más disciplina. El hombre, desde casi el nacimiento de su hijo, le puso un palo de golf entre sus manos y combinó el entrenamiento en el deporte con su entrenamiento militar, ya que Earl era un veterano de Vietnam, para lograr una suerte de superhombre que solo deseara la perfección.
En la primera parte, además de explorar la influencia de Earl Woods, que cada uno de los espectadores deberá decidir si considera positiva o negativa para Tiger Woods, se revisa también la importancia del alzamiento de su figura en un deporte especialmente elitista y racista y cómo ese componente elitista y racista sale nuevamente a la luz cuando Tiger se hunde en los escándalos.
La segunda parte del documental, como decíamos anteriormente, cambia el tono. Las grandes figuras que dan su testimonio ya no son amigos de la familia, golfistas o periodistas del deporte como en la anterior (aunque algunos vuelvan a aparecer) sino, especialmente, Neal Boulton, un ex editor del National Enquirer, y Rachel Uchitel, la primera amante develada de Tiger Woods y la que destapó la olla del escándalo en la vida del deportista.
Sin embargo, la segunda parte también alcanza a mostrarnos su regreso a la cima del golf, luego del accidente automovilístico, el divorcio multimillonario de su esposa, el arresto por conducir bajo los efectos de estupefacientes y múltiples cirugías a las que tuvo que someter su cuerpo.
Si bien el documental pierde demasiado tiempo en los detalles del escándalo que no suman demasiado, Tiger es una nueva obra que nos deja reflexionando acerca de la presión que muchas veces se deposita en niños y jóvenes para que sean figuras reconocidas y cómo, en el momento en el que alcanzan el éxito, sus vidas se desmoronan por esa misma presión y por sentir que no pueden vivir a la altura de la figura construida. La historia de Tiger Woods, sin embargo, tiene, por suerte, una suerte de final feliz ya que pudo recuperarse y volver a encontrar el placer en el deporte, pero no son muchas las historias que terminan así.