La segunda temporada de Titans llega a su fin. Con dos episodios más que la primera, esta entrega amplió muchísimo el universo de la serie, tal vez, incluso, podemos decir que demasiado. El final anuncia, por fin, la demorada llegada de Nightwing al show, en medio de una épica batalla donde se enfrentarán todos los titanes contra grandes enemigos.
Como decíamos, la segunda temporada amplió el universo de Titans a gran escala. No solo incorporó como regulares a Donna Troy, Dawn y Hank, sino que también nos trajo a Conner Kent y Krypto, a Slade Wilson con sus hijos Jericho y Rose y hasta el mismísimo Batman.
El gran problema con la incorporación de tantos personajes es que la serie pareció no encontrar un rumbo definitivo. De hecho, el primer episodio se sintió más como un final de temporada que como un inicio, ya que en pocos minutos, Rachel, superpoderosa, se hizo cargo de destruir a su malévolo padre, Trigon, que los había aterrorizado toda la temporada anterior y dejó el camino nuevo para la entrada de un nuevo villano: Slade Wilson.
Con la aparición de Slade, Titans le dio rienda suelta a los flashbacks, donde aprendimos porqué Dick había abandonado su vida como vigilante y porqué su vínculo con Dawn y Hank estaba tan dañado. En el pasado, todos ellos, con Donna Troy y Aqualad sumados, fueron los primeros Titanes, un equipo centrado en San Francisco, decidido a traer justicia. La muerte de Aqualad en manos de Deathstroke los enfrentó a este villano, que terminó destruyendo la iniciativa de estos jóvenes justicieros.
Con la incorporación de Gar, Rachel y Jason Todd, Dick se entusiasma con volver a abrir su torre de Titanes, más aún cuando la amenaza de Deathstroke vuelve a resurgir de la mano de Dr. Light. Hawk, Dove y Wonder Girl lo acompañan a regañadientes, para intentar detener a Slade de una buena vez. Mientras tanto, Kory, se encuentra con que su planeta la reclama, en el que su hermana se ha hecho con el poder tras haber asesinado a sus padres.
A todo esto, le sumamos la aparición de Superboy, aka Conner Kent, que había sido el protagonista de la escena post créditos del final de temporada anterior. Probablemente, las escenas con Conner fueron las mejores de la temporada, ya que Joshua Orpin logró darle al personaje las cuotas justas de inocencia y peligrosidad necesarias.
En cuanto a Batman, podemos decir que fue bastante irrelevante hasta ahora, ya que casi todo el tiempo funcionó como consciencia de Dick y no como personaje real, excepto mínimas apariciones, más para el delirio de los fanáticos que para lo que aportó a la trama.
Entonces, ¿qué veremos en el final de temporada? Todas las tramas confluyendo: Kory, lidiando con sus problemas familiares, sumado a fallas en sus poderes. Slade, tratando de matar a todo el mundo, mientras Dick intenta recuperar a Jericho. Superboy (y Gar) dominados por Cadmus. Todos confluirán en una gran batalla en la que se mostrará, por fin, cómo Dick Grayson se convierte en Nightwing. ¿Funcionará? Tenemos dudas, pero, por lo pronto, Titans tiene ya confirmada una tercera temporada que, esperamos, sea más ordenada que esta.
