Corría el año de 1992, en la radio sonaban artistas como Jon Secada, Kriss Kross, Arrested Development, etc.. En el cine se estrenaron películas tan variadas como Aladdin, Dracula, BatmanReturns, Wayne’s World, The Crying Game… Sí: ese fue un año de contrastes, sobre todo en el mundo de las películas. Y tan diversa fue la cuestión que ese mismo año también fue cuando Quentin Tarantino hace su debut como director, marcando un antes y un después en los guiones y en la industria del cine toda.
En este artículo te dejaremos TODAS las razones por las que creemos que Reservoir Dogs (o como se tituló en español, Perros de Reserva) es una piedra angular tanto para el director como para el público.
1 Es el debut de QT
Como ya dijimos anteriormente, 1992 fue un MUY buen año para la industria fílmica, la cual veía llenar sus arcas en la taquilla pero también en el mercado casero a través de la renta y venta de las películas en formato VHS o Beta, esto se hacía a través de video clubs en los que uno se hacía socio y podía rentar las películas que ahí se exhibían. En uno de estos es donde Tarantino trabajó durante muchos años llenando su mente de innumerables referencias, las cuales dejó plasmadas en sus películas; concibió las historias que pronto pudo llevar a la pantalla grande. La primera de ellas, True Romance, causó tal impacto en Tony Scott que inmediatamente compró los derechos para dirigirla. Con las ganancias que recibió de esta y con la ayuda de su amigo y productor Lawrence Bender decidieron comenzar a buscar financiamiento para que Quentin se estrenase como director. El resultado fue grandioso: Tarantino no tuvo que picar piedra por mucho tiempo como otros directores para consagrarse con el público; su primera obra fue bien recibida de inmediato, trayendo consigo la fama para Quentin. No era para menos: la película fue aplaudida por la crítica tanto que ahora es considerada como una de las mejores “películas de asalto” de todos los tiempos.
Fuente: Miramax
2 La evolución del presupuesto
El plan original de Tarantino y Bender era filmar Reservoir Dogs con algunos amigos en 16mm y en blanco y negro, con un presupuesto inicial de $30,000 dólares. Bender interpretaría a un oficial de policía que persigue a Mr. Pink. Sí, Lawrence Bender también era actor y tomaba clases de actuación, así que le mostró el guión a su maestro; la esposa de este era amiga de Harvey Keitel y ella le pasó una copia. A Keitel le gustó tanto el guión que se puso en contacto con Bender y Tarantino para que lo agregaran como co-productor. Así fue más fácil conseguir fondos y pronto ya contaban con un 1.5 millón de dólares.
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Con la intervención de Keitel convocaron a sesiones de casting en Nueva York y es ahí donde incluyeron a Steve Buscemi y a Michael Madsen.
Fuente: Miramax
3 A Terry Gilliam le encantó
Tarantino sabía muy bien que como director primerizo necesitaba toda la ayuda disponible para cometer los menores errores posibles y no convertirla en un desastre. Así fue que llevó su guión a unos talleres ofrecidos por el Sundance Institute a fin de recibir ideas, sugerencias y consejos de parte de cineastas experimentados. Uno de ellos fue el legendario director Terry Gilliam, quien se sorprendió con el talento extraordinario que vio en Quentin y con su brillante guión. Esto generó mucha expectativa en la obra final que un año después se estrenaría en el Festival de Sundance.
Fuente: Miramax
4 La locación
Aunque el presupuesto se había incrementado con la intervención de Keitel, aun era muy corto para una producción con los estándares de Hollywood, así que los actores ponían de su parte para reducir los costos: traían su propia ropa al set y Michael Madsen hasta prestó su auto para la filmación. Además se tenía que contar con una locación que facilitara la producción; se decidió así usar una bodega de suplementos médicos vacía, la cual contaba con un departamento en la parte superior por lo que también ahí se filmó la parte del departamento de Tim Roth. Con los calores que hay en Los Ángeles entre Julio y Agosto, meses en los que filmó la película, el lugar se convirtió en un horno.
Fuente: Miramax
5 La música
La película no cuenta con un score instrumental o con música original, al contrario, como es costumbre en la filmografía de Tarantino, se tomaron canciones ya hechas, las sacó de su contexto y les dio un sentido totalmente diferente que fue aplaudido por la audiencia.
Para lograrlo, en esta ocasión, creó una estación ficticia que se usa en toda la película, K Billy and the super sounds of the 70s. Desde la mítica secuencia de entrada con todo el cast caminando en slow motion mientras se escucha de fondo Little Green Bag, también Hooked on a Feeling y Stuck on the middle of you se convirtieron en canciones de culto que regresaron al oído de la cultura popular gracias a Tarantino.
Los primeros 3 minutos de Reservoir Dogs son una cátedra impartida por el mismo Tarantino de cómo escribir diálogos. En esos minutos podemos ver la psicología de los personajes, la presentación de los mismos, su humor negro característico… todo esto mientras se nos explica una peculiar interpretación de la canción de Madonna.
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Fuente: Miramax
7 La oreja
En la parte central de la película hay una escena en la que Mr. Blonde tortura a un oficial de policía; aunque es una escena hiperviolenta y llena de humor negro, es de las escenas más icónicas en la historia del cine moderno.Tarantino se las ingenia para situar la cámara y moverla con el timing necesario para que la escena no sea tan cruda, y aun así ocasionó que gente como Wes Craven se saliera del cine en el momento en que ocurrió. La mayoría de esta parte fue improvisada pero aún así es remarcable el manejo que hace Tarantino de la situación; es una oda a la calidad de realización interpretativa.
Fuente: Miramax
8 El final
El ingenioso y excelente guión de Tarantino lleva al espectador por un sinnúmero de emociones, y la escena final, como homenaje a las películas de vaqueros de antaño, demuestra la calidad pura de este producto. Todo termina en un Mexican Standoff y estamos seguros que aunque ya hayas visto la película a ti también te quedará la siguiente duda: ¿quién disparó la última bala? La respuesta a esa pregunta no ha sido dada por Tarantino.
Fuente: Miramax
9 La estructura
Tarantino nos enseña no solo cómo manejar con maestría los diálogos de los personajes, sino también su capacidad para estructurar de manera compleja la historia. Separándola en pequeños capítulos con los títulos de los personajes (Mr. Pink, Mr. Blonde, etc.), Tarantino rompe con el esquema tradicional y nos presenta una obra llena de flashbacks que no interrumpen la historia sino que logran mantener la tensión, el ritmo y sobre todo el interés en descubrir quién es el infiltrado.
Fuente: Miramax
10 Es una obra maestra
Para algunos críticos, esta es la obra maestra de Tarantino. Algunos la llaman la más grande película independiente jamás filmada y consideran que ninguna de sus obras posteriores jamás podrá superarla. Nosotros coincidimos en que es una de las obras más importantes de los últimos 50 años y que difícilmente podrá ser ni siquiera igualada.