Para ser honestos, la fórmula original de Gene Roddenberry consistía justo en eso: presentar al televidente una historia de ciencia ficción con episodios semanales lo suficientemente cerebrales –pero entendibles– para mantener y elevar las audiencias.
Y aunque la NBC no lo comprendió al principio (1966), curiosamente ese primer piloto rechazado se ha convertido ahora en un spinoff/precuela que tiene nos tiene fascinados a todos los trekkies… especialmente a quienes vimos la serie original de los años sesenta.
Lo que sí podemos asegurarles, y con apenas 4 de 10 episodios estrenados en Paramount+ hasta el día que se escribió este texto, es que Star Trek: Strange New Worlds replica con maestría los elementos con los que el creador de la franquicia atrajo a muchos, ¡incluso si no han visto jamás nada de Viaje a las Estrellas!
Estas son las 6 razones por las que amamos Strange New Worlds.
1 Regresamos a narrativa episódica (con pistas de avance global)
Aunque se pensaba que los 10 episodios tendrían una línea narrativa común con ciertos eventos principales en episodios, fue justo al revés… ¡y nos encanta! Las aventuras del USS Enterprise y su tripulación concluyen normalmente en cada episodio, aunque sí existe un desarrollo de personajes progresivo y se explican cosas como el vínculo con Discovery. ¿Veremos al verdadero Kirk antes de concluir?
2 La grandiosa mancuerna Pike-Spock
Recuerden que originalmente Roddenberry planteó una dinámica especial entre el capitán Christopher Pike y su Number One femenina, detalle que rechazó la televisora en sus días, y después “recalibró” con un ingenioso Spock. Pues bien, acá se ve algo parecido, pero no deja de lado la relación con la oficial, redundando en una dinámica doble muy interesante, aunque no a la altura de The Big Three: McCoy, Spock y Kirk.
3 Referencias y cameos bien justificados
El detallazo de Sam Kirk, Uhura novata o los temibles Gorg son algo fabuloso, pero no se sienten “a calzador” como a veces pasa en series recientes de “la competencia”, Star Wars.
Y las referencias oscuras como Amok, el destino “marcado” de Pike y otras cosas nos tienen intrigados de saber cómo lo resolverán Alex Kurtzman y Akiva Goldsman.
4 Una ingeniería inversa no tan desastrosa
Tricorder, comunicadores, teletransportadores… ¡todo está allí, en nuestra querida Enterprise! Y aunque es obvio que la producción no “jalaría puertas desde atrás” como explicó Spock en Los Simpson, es notable el esfuerzo por no cometer los errores de George Lucas con la trilogía precuela de Star Wars, con elementos mucho más avanzados que los vistos en la trilogía clásica.
Los gamers lo llaman “el efecto Street Fighter Alpha“, pero esa ingeniería inversa está bien manejada para quienes recordamos la serie original de los años 60.
5 Un deleite para los trekkies, pero un anzuelo fascinante para curiosos
Esto es FABULOSO: hicimos pruebas con amigos que jamás habían visto Star Trek, ¡y quedaron fascinados con la historia, ansiosos por seguir viendo episodios! Eso es justo lo que quería Roddenberry en el pasado, por lo que la misión principal de la franquicia se está honrando con creces.
6 La incógnita para lo que está por venir, pero el divorcio de líneas de tiempo
Lo que sí queda claro –se altere o no la línea de tiempo y el destino de Pike– es que Paramount, Goldsman y Kurztman están llegando a lo irreversible con Star Trek, como ocurre con DC Comics y Marvel Comics: son tantas las versiones y vertientes de tiempo, que no bastará una “línea de tiempo Kelvin” para explicar tantos rostros e historias previas y posteriores de Star Trek: ¡esto ya es un multiverso en sí, y no nos molesta en lo absoluto mientras sigan trayendo buenas historias y personajes!
¿Despertamos su curiosidad? ¡No se pierdan de Star Trek: Strange New Worlds, exclusivamente por Paramount+!