Tras grandes anuncios tanto en oriente como en occidente, el esperadísimo anime Batman Ninja.
La combinación de grandes realizadores japoneses con el héroe más icónico de DC Comics (disculpa, Superman) conjugaban la fórmula perfecta y quizás el salto de muchas historias a este formato como bien lo ha hecho Marvel Comics con sus numerosos proyectos anime (no todos afortunados).
Pero, ¿qué salió mal? ¿Por qué no tenemos una película o serie anime de Green Lantern, Aquaman, Superman o hasta villanos de DC? Nuestro análisis explicará qué creemos que fue lo que falló, pese a las cosas buenas que le vimos a Batman Ninja.
Lo bueno
Tal como mencionamos, la sublime combinación de talentos con Takashi Okazaki de Afro Samurai en el diseño de personajes, la composición musical por Yugo Kanno (Ikki Tousen), así como la dirección de Junpei Mizusaki (Zoo) con la grandiosa premisa de tener a Batman dentro de un anime japonés eran un sueño hecho realidad.
Aunado con esto, las voces de los seiyuu Koichi Yamadera y Wataru Takagi (Pop Team Epic) y un desfile de enemigos que iban desde el Joker, Penguin, Harley Quinn y Gorilla Grood hasta Catwoman, Jason Todd y Tim Drake… ¿qué podría salir mal de todo esto?
Lo malo
Los 85 minutos de Batman Ninja ostentan una interesante variedad de estilos de animación y secuencias de acción asombrosas. Lo malo es que, ya en su ejecución, la historia Leo Chu y Eric S. Garcia no termina de “cuajar”, y muchas buenas ideas parecen quedarse en el bati-limbo.
Las voces en inglés no son tan buenas como las originales japonesas (ni siquiera llamaron a Mark Hamill para reencarnar al Comodín) y las voces en español latino son francamente deplorables. Con todo y escena post-créditos (que increíblemente sí la hay), es poco probable que veamos más de este collage sin sentido.
Lo feo
El segundo acto se torna raro… pero es el clímax de Batman Ninja lo que repudiamos, y no solamente porque seamos de esta región del mundo. Aunque el anime japonés se precia de cosas raras y de gusto adquirido (Pop Team Epic, Bakabon, Bessatsu Olympia Kyklos), la “solución” de miles de monos convirtiéndose en una especie de Bati-Mecha para luchar contra una enorme pagoda robótica con forma de Joker despojó de toda seriedad y respeto por esta obra.
¿Qué caso tiene el emocionante duelo “samurai” final entre el Guasón y Bruce Wayne si no podemos quitarnos de la mente lo absurdo de aquella escena? Bastó y sobró para que Japón y el resto del mundo perdiéramos totalmente el interés por más películas o series en este estilo. ¿O han visto algún anuncio al respecto?
Pero tomen su propia decisión: si son fans del Murciélago, no se pierdan Batman Ninja en Netflix… ¡ahora mismo!