Desde el pasado 28 de Mayo –y una vez concluido su simulcast en Japón– Netflix finalmente estrenó la adaptación anime Dorohedoro, obra del mangaka Q Hayashida que en Japón cosechó 23 volúmenes con gran éxito.
Los estudios MAPPA (In This Corner of the World) trabajaron arduamente en esta adaptación que combina acertadamente el talento del director Yuichiro Hayashi (Batman: Gotham Knight, Hunter x Hunter) con un modesto pero acertado uso del CG con animación tradicional (hemos visto mejores cosas, como Hi Score Girl, por ejemplo).
Pero, ¿qué hace de Dorohedoro un anime que vale la pena ver… aunque es patente que no es para todos los gustos?
Gore caótico, 100% psicodélico
La sinopsis de Dorohedoro reza: “La trama se centra en Caiman, un chico que no recuerda quien era después de haber sido transformado por un hechicero. Esta transformación le dejó con la cabeza de un reptil y un deseo de descubrir la verdad sobre quién es realmente. Acompañado de Nikaido, su compañera, rastrea a los usuarios de la magia en The Hole tratando de averiguar quién fue el que lo puso en este estado. Uno por uno, son testigos de este un segundo hombre dentro de la cabeza de Caiman, y después de retirar la cabeza siempre se hace la misma pregunta… ‘¿Qué dijo el hombre de dentro de mi cabeza?’ ”
Desde allí queda claro que la historia ocurre en un mundo post-apocalíptico al más puro estilo Mad Max o Akira, pero con altas dosis de humor negro y psicodelia, que en obras como Ghost in the Shell se sustituye con el estilo cyberpunk, evidentemente ausente en esta historia.
El elemento “magia” en Dorohedoro ocupa un elemento peculiar, pues poco o nada tiene que ver con sagas como Harry Potter, Lord of the Rings o Game of Thrones. Los supuestos “hechiceros” no son más que carniceros estilo Hostal que gustan de hacer siniestros experimentos con seres humanos, situación que detona la condición del protagonista y el extremo caos que acosa el territorio de Hole.
¿Es menester ver la temporada completa?
Entre su hiperviolencia, narrativa errática (pero con sentido), una banda sonora estridente pero adecuada por parte de (K)NoW_NAME (Morning Glory) y actuaciones intensas (y por momentos muy espectaculares) de los seiyuu Wataru Takagi, Kenyu Horiuchi y Reina Kendo el resultado es un caos ordenado que vale la pena ver aunque, eso sí, debemos advertir que es un gusto adquirido por su fuerte carga visual: no es lo mismo un par de segundos de hiperviolencia insinuada en cualquier secuela de Mad Max a gráficos momentos sangrientos en Dorohedoro. ¡Cuidado con las audiencias de menores de edad!
Hiroshi Seko (Vinland Saga) consigue escribir una adaptación digna del manga y MAPPA se reivindica con un producto quizás no a la altura de In This Corner of the World, pero sí de cara al gran trabajo que tienen de frente: Attack On Titan The Final Season.
Los invitamos a ver los primeros dos episodios de Dorohedoro con amplio criterio, y que de allí se embarquen a un viaje psicodélico de 10 episodios. No sabemos si las 6 OVA las traerá Netflix después (se estrenarán con el Blu-ray en Japón este verano), pero definitivamente hay material para más de una temporada. ¡Y nosotros felices!
🙂