Es cierto, Clarence es una serie animada infantil. Y también es cierto que miles de padres iracundos tuvieron algo de razón al tratar de impedir que la serie llegara a sus hijos, pues la rebeldía de su regordete protagonista quizás no era el mejor ejemplo de obediencia para sus pequeños.
¿Por qué es indispensable hacer un maratón de esta genial animación? – Clarence

Pero la realidad es que la serie de Skyler Page es un gusto adquirido que vale la pena ver, y aprovechando que Netflix estrenó los primeros 51 episodios de su temporada 1 (con la promesa de estrenar las 3 temporadas completas pronto), estas son las razones por las que te aseguramos que pasarás un buen rato, ya sea que tengas hijos, sobrinos o quieras verla solito o quieras divertirte un rato con otros adultos.
🙂
Trama simple, pero divertida
Atinaste. No se trata de una trama rebuscada ni grandes aventuras a un niño común al estilo Hora de Aventura o Steven Universe.
Clarence es un niño de 10 años quien, junto con sus mejores amigos Jeff y Sumo, además de sus compañeros de clase, tienen aventuras cotidianas, muchas de ellas fruto de sus experimentos e irreverencias, todo desde una perspectiva inocente y amena.

Personajes muy graciosos y consistentes
Skyler Pag maquiló personajes muy divertidos y entrañables que él mismo realizó, tanto en sus perfiles como su diseño visual, además de las voces de Clarence, Nathan, Amy, Blaide y el Sr. Reese.
La idea para esta serie surgió junto con Nelson Boles, compañero de escuela de Page y basándose en vivencias de su misma infancia, ordenando en conjunto estas peripecias.
La polémica no impidió que se nos entregara un buen final
Muy tristemente, Skyler Page fue despedido por Cartoon Network en 2014 debido a acusaciones de acoso sexual a una artista de Adventure Time (caso que en realidad nunca se concluyó ni comprobó), por lo que en 2017 –y pese a la sustitución de Spencer Rothbell como showrunner y voz de Clarence– la serie fue cancelada, emitiendo su último episodio en 2018.

Lo interesante es que eso permitió a los creativos entregar un final entrañable y redondo… tan redondo como los cachetes de nuestro querido niño-problema. Y quizás un feliz epílogo es saber que Skyler está en su tratamiento para vencer la bipolaridad… así que tal vez algún día sepamos más de él, siempre y cuando esta generación del #MeToo decida perdonarlo.