Han pasado casi 11 años desde que el último episodio de Everybody Hates Chris se transmitió en los Estados Unidos.
Pese a que The CW se precipitó en aquél entonces a anunciar la cancelación del show tras el final de su cuarta temporada (88 episodios en total), la realidad es que su creador, productor y narrador Chris Rock (Madagascar) ya había anticipado meses antes que era tiempo de poner fin a su semibiografía de humor negro.
Más de una década después y en plena “cultura de cancelación”, con usuarios tóxicos en redes sociales que condenan éxitos del ayer como Pepe Le Pew, Dragon Ball y hasta The Office… ¿ha envejecido bien Todo el mundo odia a Chris?
¿Por qué creemos que deberías verla por primera vez (o verla de nuevo, si la viste hace tiempo)?
La intención de Chris Rock era hacerse una parodia de sí mismo, usando humor negro… de gente negra. Por eso es que su creación junto con Ali LeRoi consistía en narraciones de diferentes historias entre los años 1982 a 1987 donde su adolescencia en el barrio de Bedford-Stuyvesant (Brooklyn, NY) contaba sus desventuras con un título que, en sí, era una parodia al show “blanco” Everybody Loves Raymond con Ray Romano y Brad Garrett.
De hecho, tanto el protagonista como sus padres y hermanos tomaron diferentes elementos de gente que conoció Rock en su infancia y adolescencia. Por ejemplo, ¡nunca tuvo hermanas, sino siete hermanos… y Tonya en realidad era una “versión femenina” de su hermano, Anthony Rock.
Justo estos “personajes ensamblados” permitieron que actores y actrices como el hilarante Terry Crews (Brooklyn Nine-Nine), Tichina Arnold, Vincent Martella, Imani Hakim y hasta Tequan Richmond desarrollaran interpretaciones desenfadadas, con diversos matices y una evolución notable –considerando el estilo de comedia no comprometido de la serie– divirtiendo así a chicos y grandes… ¡de todas las razas!
No vamos a decir que todas las interpretaciones, episodios e historias son memorables, pero definitivamente la forma de contar la historia “de un fracasado” a lo largo de tantos episodios y en pequeñas piezas, es algo que vale la pena ver.
Es cierto que la narración de Rock bien podría ponerse como un track aparte de monólogo o stand-up comedy. Y aunque a veces las referencias hip-hoperas y poderosamente inclinadas a la cultura pop afroamericana de los años 80, no faltan las referencias “genéricas” a la década, incluyendo un buen arsenal de temas musicales de época (particularmente a partir de la temporada 2).
Cabe señalar que la intención de los chistes y situaciones (tanto trama central como subtramas) eran prioritariamente para toda la familia, pero hay algunas bromas en doble sentido que sin duda entenderás mejor hoy en día, si eras más joven cuando la serie se transmitió hace años.
No podemos pasar por alto que, justamente la tropicalización acertada de las bromas, se debió a un impecable doblaje latino que afortunadamente Prime Video preservó, aunque no siempre fue tan afortunada (abuso de referencias a cultura mexicana, haciendo de lado al resto de los hispanohablantes, como ocurriera con el perro Jake en Hora de Aventura, por ejemplo).
Importante destacar la dirección de dicho doblaje (y narración, doblando a Rock), del fallecido Luis Alfonso Mendoza, quien integró para Art Sound Mexico los talentos de Hedrian Sánchez como Chris, Blas García (Optimus Prime) como papá Julius, Isabel Martiñón como Mamá Rochelle y hasta al genial Juan Alfonso Carralero (El príncipe del rap) como Doc.
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