En la actualidad es mucho más fácil hablar de temas como la bisexualidad, la homosexualidad, la transexualidad, y seguramente en un par de décadas más estaremos hablando de transhumanismo y transespecie. Puede que me equivoque pero cuando 10 años (1993) ya en mi familia era tabú hablar de la enfermedad de un miembro cercano que era abiertamente gay y acababa de fallecer de VIH; era casi imposible decirlo en voz alta. Los tiempos han cambiado hoy año 2022 hablamos más de COVID 19 que de VIH, y la comunidad LGBTQ sale a la calle a deleitarnos la pupila.
Sin embargo en 1986, hablar de homosexualismo, lesbianismo o sexo anal eran cosa del diablo, y más aún, difícil y arriesgado para una película con uno de los actores más solicitados de la década como lo era Tom Cruise. Puedo decir que la primera película de Top Gun del fallecido Tony Scott era una película un tanto adelantada a su tiempo.
Para ese entonces el VIH era exclusivo de los homosexuales. Para nada se le podía a atribuir sida a un heterosexual si no había sido infectado de otra forma. Es más, si no eras gay y te infectabas con la enfermedad casi era obligatorio comprobar que lo habías adquirido de otra forma: transfusión sanguínea o un secuestro extraterrestre.
La naciente pandemia en la década de 1980 con el VIH había complicado más la apertura hacia los temas de una comunidad LGBT que apenas comenzaba a reconocerse a sí misma para pedir reconocimiento de sus derechos cuando ya era vista como un foco de infección de enfermedades de transmisión sexual. Aún la película Philadelphia de Jonathan Demme de 1993 causaba un poco de incomodidad en la sociedad al mostrar a dos hombres como Tom Hanks y Antonio Banderas besándose. Sin embargo, otra era la vista: Hanks ganó el Oscar a Mejor Actor. En retrospectiva, Tony Scott, al integrar temas gay en Top Gun fue progresista y un tanto revolucionario. No tiene nada de malo decirlo porque mirando hacia atrás podemos decir que la comunidad, bien o mal, ha tenido una representación en el cine y no nos habíamos dado cuenta, ¿o sí?
Escenas como la de la imagen arriba demuestran que aunque la película desparramaba testosterona a chorros, también trataba de ser incluyente y progresista. Hombres en toalla, hablándose cara a cara, uno cerca del otro en un baño de vapor… eso no pertenecía a los machos lomo plateado de los hombres alfa de la década de 1980…
Top Gun seguramente no era la primera película hollywoodense en romper un paradigma de este tipo. Sin embargo una de las más evidentes es cuando en el salón dentro de Top Gun, el compañero de Val Kilmer de la foto que dejo abajo está escuchando hablar al almirante y, cito, “oírlo hablar de velocidad y aviones me pone duro”, a lo que Ice (Val Kilmer) responde “¡no me tientes!”
La insinuación pudo haber sido con un tono más sarcástico, pero de lo contrario no estaríamos hablando de este tema hoy en día. El tono que Kilmer toma en la escena, con su cabeza reclinada y mirando a su compañero con un ligero quejido acompañado de una insinuación puramente sexual no era para nada común.
Hablar de homoerotismo en Top Gun es tocar temas que también criticamos al día de hoy, solo que no había redes sociales, pero tampoco es que muchos se hayan dado cuenta en ese momento que entre hombres se hablaban de erecciones y sugerencias explícitas dentro de lo que se convertiría en uno de los mayores blockbusters de su tiempo. Hoy tratamos temas como la primera hada madrina trans de color en Cenicienta y muchos lo aprueban, mientras que otros no. Probablemente de aquí a 33 años en el futuro una niña, hija de una familia homoparental, pueda reírse de lo que nos escandalizaba en el 2022 desde su nueva casa en La Luna. ¡No lo sabemos!
¿Fuerte? Sí, para la época. A muchos esto los hará ver nuevamente el clásico ochentero para analizar escena por escena las miradas entre Tom Cruise y Val Kilmer. Tan fuerte fue este rumor a voces en Hollywood que se llegó a decir que Cruise se casaba con Nicole Kidman como una cubierta para su homosexualidad, porque una estrella como él, de héroe y hombre conquistador, no podía salir del clóset a causa de los paradigmas de su tiempo.
¿Creen que sea cierto o solamente estamos queriendo readaptar material artístico de una época a otra para comprender más nuestras faltas y carencias sociales?