Martin Markovits es un periodista independiente que ha trabajado para diversos medios de renombre como San Francisco Chronicle, The New Statesman, The Huffington Post y Earth Island Journal. Durante sus años como reportero en Latinoamérica (Nicaragua, Argentina y Venezuela) se dio a la tarea de registrar de primera mano la situación política y social de esas naciones. En este documental nos muestra de la historia íntima de un movimiento armado que patrulla las calles de Caracas apoyando al gobierno de izquierda: Los Tupamaros.
Un breve pero relevante documento de cómo las armas están al servicio del pueblo, pero…
Caracas es el epicentro de la violencia en América Latina. Tan solo el año pasado hubo más de 27.000 muertes, la segunda cifra más alta en el mundo. En ciertas zonas no quieren a la policía porque consideran que es corrupta y partícipe de esa violencia. En ese contexto de violencia surgen Los Tupamaros cuyo objetivo es ayudar en la lucha por la liberación de los pueblos en cualquier lugar donde se les pida.
Estos grupos armados justifican su violenta lucha contra las drogas y en específico contra los narcos, al decir que quienes hacen tales cosas no tienen derecho y que la única justicia para ellos es la muerte. La sociedad confía en este grupo armado, y aunque los consideran peligrosos y violentos, son gente del pueblo que ha crecido ahí mismo y por consiguiente los conocen desde niños.
Markovits nos narra a través de este breve documental las diferentes etapas por las que ha pasado este grupo paramilitar y cómo ha evolucionado de ser uno de los grupos que apoyó a Chávez en su golpe de estado a ser parte del gobierno y ahora servir bajo el liderazgo de Maduro ya de manera institucional.
A través de una entrevista con Alberto “El Chino” Carias, líder máximo de Los Tupamaros, se nos cuenta cómo es que este grupo trabaja actualmente, y aunque no nos muestra tantas escenas de violencia, basta la narración del protagonista para darnos una idea de como operan. Sin embargo, entrevistas con miembros de la comunidad basta para mostrarnos el lado humano de estos líderes que contrasta con la fama que tiene de ser violentos y hasta de ser terroristas en pro de la Revolución Bolivariana.
Así podemos entender por qué son considerados por la sociedad de los barrios de Caracas como Robin Hood y por qué tienen el apoyo del pueblo ahora que son líderes políticos en esos mismos barrios.
Con una edición ágil y la narración sin rodeos de los participantes, Markovits nos deja ver la realidad actual del pueblo de la capital de Venezuela y no es difícil imaginar que eso se replicará en otras partes de Latinoamérica al reconocer que hay muchas similitudes con la situación política que ha vivido ese país. Y en ese sentido se vuelve un documento relevante para los demás países que están siguiendo los mismos pasos.
Pero...
Tal vez la falta de material adicional que refuerce lo que está narrando “El Chino” y que nos ilustre de mejor manera la escalada de violencia que está viviendo Venezuela no satisfaga nuestra curiosidad pero la intención del director no es hacer un documento basado en el morbo sino mostrarnos la otra cara de un conflicto armado que ha evolucionado de ser golpista y paramilitar hasta convertirse en una parte oculta de apoyo al gobierno que, en parte, ha llevado a Venezuela a lo que es hoy.
En resumen
Markovits con su larga experiencia como periodista en Latinoamérica a través de este documental nos presenta el otro lado de Los Tupamaros, una organización violenta, armada pero también comprometida con la gente con el único fin de traerles un poco de justicia. Un documento breve pero directo y crudo que nos sirve para evaluar la situación política y social de la región, o sea, a dónde nos están llevando nuestros gobiernos.