Un repaso homenaje luego de 12 años al aire

Allá a lo lejos en el tiempo, por Septiembre de 2005, Bones emitía su primer episodio. Fox dio a luz una serie que se mantuvo en el aire durante nada más y nada menos que 12 años, consagrándose como la serie dramática de una hora más larga de la cadena.

Protagonizada por Emily Deschanel en el papel de Temperance Brennan, Bones está inspirada en la vida de la antropóloga forense Kathy Reichs, quien es, a su vez, escritora. El personaje principal de las novelas de Reichs se llama Temperance Brennan y, en un juego de inversión, en Bones, el personaje de Deschanel escribe novelas donde la protagonista se llama Kathy Reichs.

Temperance Brennan es un cerebro privilegiado que trabaja para el Jeffersonian, un instituto ficticio similar al Smithsonian, que colabora con el FBI en sus casos más difíciles. Antropóloga forense, escritora y empirista, Temperance es un personaje con una notable capacidad para razonarlo todo, pero también con una notable incapacidad para sentir. Esto último se verá puesto en jaque cuando su trabajo la lleve a ser compañera del agente del FBI Seeley Booth, interpretado por David Boreanaz. Booth es un agente excelente, pero que muchas veces guía sus investigaciones con su instinto. Es él quien bautiza a Brennan como Bones.

La dinámica ente ambos será siempre confusa y repleta de humor, ya que se asemeja al choque de dos civilizaciones. Sin embargo, de ese choque, saldrá una de las duplas más queridas de la TV. Brennan y Booth tienen una química innegable desde el primer episodio hasta el último.

Sin embargo, el trabajo de mantener a Bones al aire con éxito durante tantos años no recae sólo en estos dos grandes actores que interpretan de forma radiante a Booth y Bones. También están acompañados por unos personajes secundarios que enriquecen muchísimo la historia y que ayudan a mantenerla siempre fresca, siempre entretenida, y por los que el espectador llega a sentir tanto cariño como por los protagonistas.

Junto a ellos, en el Jeffersonian, se encuentra, por ejemplo, Ángela Montenegro, interpretada por Michaela Conlin, la mejor amiga de Brennan y probablemente el único personaje capaz de sacar el costado humano de Bones desde un primer momento. Artista y genio tecnológico, Ángela es una mujer libre, con un sentido del humor privilegiado y la mejor a la hora de traducirle a Bones todos esos aspectos de lo humano que ella no logra comprender.

También podemos encontrar a Jack Hodgins (interpretado por T.J Thyne), un entomólogo conspiracionista con problemas de manejo de ira. Hodgins, el ‘bug boy’ del Jeffersonian, es uno de los personajes favoritos por su humanidad, su sensibilidad y sus aportes inigualables al humor de la serie. Amigo de todo lo que cualquier ser humano encontraría desagradable, Hodgins compite con sus colegas por transformarse en el rey del laboratorio (king of the lab! king of the lab! lo escucharemos gritar múltiples veces), al aportar la información más relevante para la resolución de los casos.

La Dra. Camille Saroyan, Cam, interpretada por Tamara Taylor, es la jefa de todos en el Jeffersonian.

Pulcra y perfecta como una muñeca de porcelana, Cam es una jefa benévola que permite que los genios en el laboratorio puedan llevar a cabo su trabajo con originalidad. A pesar de que ingresa recién en la segunda temporada, Cam se convertirá en una parte esencial del grupo de trabajo y su historia es, en parte, la que desencadena muchos de los hechos de la última temporada. Y esto es otro punto a favor que tiene la serie: en Bones los nuevos personajes logran integrarse rápidamente, como si siempre hubieran estado allí. El espectador aprende a quererlos inmediatamente.

También tenemos al Dr. Lance Sweets (John Fancis Daley), un psicólogo del FBI asignado a ayudar a Booth y a Brennan no sólo con los casos, sino también con su relación como compañeros. Además, Sweets escribe un libro sobre ellos dos (que nunca llega a publicar) donde ilumina muchos de los aspectos de su relación que permanecen ocultos, incluso para ellos.

Por último, y último en aparición también, está James Aubrey. Aubrey (John Boyd) es un agente del FBI de menor rango que Booth y que aparece recién en la décima temporada. Sin embargo, como mencioné antes, se incorpora de forma orgánica al elenco, con su propia identidad y su propia historia para contar.

Además de todos estos personajes, por Bones desfilarán muchos ayudantes de laboratorio, internos que realizan sus prácticas para graduarse, que también forman parte del grupo de trabajo y que, a pesar de estar en una suerte de esquema rotativo, aportan su propia especificidad y su propio carisma cada vez que les toca. Todos los fans de Bones tenemos un interno favorito. El mío, por ejemplo, es Wendell.

A pesar de que el esquema de los episodios en Bones es casi siempre conclusivo, por detrás suele haber una historia, un villano, que se mantiene a lo largo de cada temporada y del cual van surgiendo nuevos datos entre medio de los casos más ordinarios. Ese villano es el hilo conductor de cada temporada y lo que las hace distintas a unas de otras. Uno de los más célebres es Christopher Pelant, un hacker súper inteligente que aparece en la temporada 6. Creo que estos villanos son los que logran, también, mantener vigente a una serie que, de otra forma, tal vez pecaría de repetitiva.

Luego de 12 años al aire, Bones terminó en Marzo de 2017. A pesar de que la última temporada tuvo muchos guiños a los fans de la primera hora, retomando algunos temas de temporadas antiguas, el final no fue abrupto. Podríamos levantarnos mañana y creer que Bones volverá a emitirse. Su último episodio alargó la vida de sus personajes más allá de lo que pudimos ver en pantalla, dejándonos, no con una sensación de adiós definitivo, sino de un hasta siempre.