Finalmente, Sakura Kinomoto volvió a nuestras vidas. Luego de 18 años, las chicas CLAMP han decidido regalarnos una nueva aventura de la mano de esta adorable niña que todos supimos querer tanto.
El primero episodio de esta nueva temporada se llamó Sakura And The Clear Cards y retoma casi exactamente donde había terminado la historia de nuestra infancia: Syaoran en HongKong, Eriol y su gente en Inglaterra, Sakura con su padre y su hermano Touya y acompañada, siempre bien de cerca, por su mejor amiga Tomoyo y por el simpatiquísimo Kero.
Ésta es una de las cosas que más me ha gustado: esa sensación de que el tiempo no pasó. Por un momento, nos engañamos y todavía somos esos niños que merendaban mirando Cardcaptor Sakura.
Sin embargo, el tiempo pasó. Y las chicas de CLAMP supieron aprovecharlo. Si bien la historia es la misma que abandonamos 18 años atrás, le han incluido las nuevas tecnologías. Las distancias, Sakura, las salva con un teléfono celular, llamando y mandando mensajes. ¿Cómo ignorar algo que es tan fundamental en nuestras vidas actuales? Además, en el ending, que nos muestra a Sakura y Syaoran paseando, los vemos tomarse fotos, selfies, mientras Tomoyo los filma y los avergüenza.
Estéticamente, además, el anime es todavía más bello de lo que recordamos. Muchísimo color, mucho humor y mucha ternura.
En sólo 25 minutos lograron introducirnos nuevamente en el mundo Sakura como si nunca hubiésemos salido. Un recorrido por todos los personajes principales y secundarios, por sus vínculos y por sus gracias.
La historia, como dijimos, arranca casi donde la dejamos hace 18 años atrás. Sakura está por empezar su recorrido en la escuela secundaria, manteniendo una relación a distancia con Syaoran (¿recuerdan que intercambiaron sus ositos en el aeropuerto?), Touya y Yukito también mantienen su propia relación y ya están en la universidad y la magia, luego de que Sakura reuniera todas las cartas y se convirtiera en la legítima guardiana de ellas, ha pasado a un segundo plano.
En pocos minutos, todo cambia: Syaoran vuelve de HongKong y Sakura tiene un tenebroso sueño donde ve muchísimas cartas transparentes. A lo lejos, una figura con el rostro oculto, intenta atacarla haciendo añicos todas esas cartas y lanzándoselas a Sakura como si fueran astillas de vidrio. Cuando despierta, Sakura descubre que todas sus cartas se han vuelto transparentes.
Nadie sabe qué ha sucedido: ni Kero, ni Syaoran ni Yue (sí, la transformación de Yukito en Yue sigue siendo maravillosa).
En un nuevo sueño, similar al anterior, Sakura recibe una nueva llave. Y a la mañana siguiente, la tiene entre sus manos. De camino a la escuela, es atacada por un extraño viento, que Kero en seguida le informa que no es natural. Ante ésto, Sakura crea un nuevo conjuro con su nueva llave y logra capturar al misterioso espíritu dentro de una carta. No llegamos ni a ver el nombre de dicha carta que el episodio termina. Y ahí está mi única queja: ¡Nos falta acción! ¡La captura fue sencillísima!
De todas formas, supongo que veremos mejores batallas, una vez que Sakura pueda ponerse los maravillosos trajes que Tomoyo ya le ha dicho que estuvo haciendo, y que luche codo a codo con su querido Syaoran.
