Con el estreno del live action de La Sirenita, es menester dedicarle un gran artículo a Úrsula, hoy por hoy es una de las villanas más amadas si hablamos de princesas de Disney; volver a ver los clásicos de Disney en su versión humana no significa solamente prestarle atención a los héroes, también notamos una suerte de resignificación de la identidad de los villanos. La Casa del Ratón hace foco en esos matices que los llevan a tomar esas decisiones que los posicionan como villanos de las historias frente a la polarización de sus películas clásicas de simplemente malos y buenos. Claros ejemplos de esto son Malefica, Cruella e incluso el Capitán Garfio en las nuevas versiones. Pero con el actual live action sucede algo particular: Úrsula es resignificada por los mismos que crecimos viéndola como villana sin la necesidad de una nueva versión; al contrario, simplemente volviendo a ver aquello que siempre estuvo en la versión animada de 1989.
Úrsula: ¿villana excepcional o la voz realista?
Lo primero que resalta es que al ser mitad pulpo y mitad humana su cuerpo no responde a los estándares de la época, como sí sucede con las princesas. Más allá de lo obvio, lo excepcional y realista de Úrsula no viene de su físico: ella desde un primer momento es un faro de luz que Ariel no ve. ¿A qué me refiero? Desde que comienza a entonar Pobres almas en desgracia (que además es una de las mejores canciones interpretada por un villano en una película de Disney) es simple frente a Ariel y los riesgos que tomará. Pareciera que al final de cuentas no quiere dañar a Ariel, sino que toma la inocencia y capricho de la adolescente para poder ir contra el Rey del Fondo del Mar y el Oceano. Desde su primera aparición, Úrsula hace hincapié que sus motivos son la ambición, pero no engaña a Ariel, y eso es lo que la destaca y resignifica. Además, es una villana que rompe con el molde de la hegemonía, que a pesar de convertirse en humana para engañar a Eric, al verse al espejo sigue siendo su versión original.
Aquí debemos hacer un pequeño disclaimer: en la versión de Broadway especifican que Úrsula era en realidad hermana de Tritón y que se volcó a la magia en un intento de usurpar el trono, cosa que la llevó a ser desterrada.
Lo que busca Úrsula es poder, no ser la más bella, su pecado es la ambición, algo que hasta el momento que se estrenó La Sirenita no habíamos visto en las princesas. Pensemos en Blancanieves (1937), la Reina Malvada la odia por ser más bella; en Cenicienta (1950), la Madrastra malvada solo quiere que sus hijas sean privilegiadas al estar con un príncipe; en La Bella Durmiente (1959), película en la que el conflicto de Maléfica era simplemente no haber sido invitada por el Rey. No podemos negar que en esos momentos los contextos apremiaban y las princesas debían ser completamente sumisas, pero con La Sirenita, todo comienza a cambiar. Los villanos, a partir de ese momento, tendrán un mayor y mejor desarrollo.
Para ir cerrando este artículo, y pensando si Úrsula es una villana excepcional o la voz realista, me atrevo a decir que ambas. Su ambición la lleva a todo, pero siempre sin engañar. Cuando Ariel accede a dar su voz sabe las consecuencias y el precio a pagar. Por eso Úrsula siempre será una de las mejores villanas que las princesas de Disney podrán tener. Solo resta saber si en el live action estará a la misma altura.
