Versus tan amoroso como terrorífico

A todos nos gusta dormir calentitos, sea con calcetines o sin calcetines. Aquí tenemos la duda de cuál de estos dos bombones es mejor en la cama. Dicen que no debemos juzgar un libro por su portada así que ustedes decidan.

Esta abnegada mujer no vive más que para su marido. Interesante es que en ningún capítulo de toda la serie la vemos besar apasionadamente a su enorme esposo.

Si a esto le sumamos que la señora en cuestión vive más tapada que una monja jesuita sólo alcanzamos a imaginar cómo debe ser en lo que se le conoce como “la relación”.

Por lo menos tuvo que ceder alguna vez para darle a paso al ñoño de Eddy Monster, que por cierto era un hombre lobo… ¿No será que el Doctor Frankenstein habrá olvidado colocar una pieza particular en nuestro buen Herman? O quién sabe, posiblemente al cerrar la puerta se destraba una fiera del nivel de un Kraken.

¡Admítanlo! Estamos seguros que más de uno se la quiere dar.

Por el otro lado tenemos a esta mujer de exquisito gusto y gran francés. Fue de las primeras amas de casa que no se mostraban como ñoñas esclavas de los hombres, además de tener empacho en demostrar que lleva una vida sexual activa.

Mucho se le agradece a su marido, quien además de serle fiel se ve que la tiene sin hambre (no vaya ser que descubramos que el tío cosa tiene atributos desconocidos).

Sin embargo también sabemos que muchos de ustedes las prefieren sumisas y correrían despavoridos ante este hembra que se ve que exige un alto rendimiento.

Al final: ¿con quién prefieren pasar la noche?