Videojuegos y anime: la combinación perfecta del entretenimiento - Spoiler Time

Videojuegos y anime: la combinación perfecta del entretenimiento

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Es difícil adaptar un videojuego a una película o serie. Curiosamente, ¡es todo lo opuesto cuando se trata de un anime! Julio Vélez te explica por qué.

Mario Bros. (el live-action de hace años). Street Fighter: The Movie. Assassin’s Creed. Resident Evil (sea la versión que sea). Silent Hill (solo la parte 2). Y el terrible reboot de Tomb Raider… por no mencionar el horror de ver a Master Chief sin casco en Halo: The Series. ¡Qué difícil es adaptar un videojuego a serie o película occidental, de tal modo que se logre complacer tanto a gamers como cinéfilos o seriéfilos! Y a la inversa pasa algo similar, como fue el peculiar caso de la película Street Fighter de Jean-Claude Van Damme a juego de peleas, las patadas karatecas de Cobra Kai o los casi sempiternos fracasos de Bob Esponja en el mundo de los videojuegos.

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Pero curiosamente –y esto es un hecho comprobado una enorme cantidad de veces– con el anime pasa algo completamente diferente, pues la mayoría de las series y películas anime se trasladan con mayor frecuencia y mayor índice de éxito a videojuegos (o de videojuegos a anime, ¡es lo mismo!).

¿A qué se debe que videojuegos y anime sean "la mancuerna perfecta"?

Esto ha sido tema de análisis desde hace al menos unos 10 años, en especial con el creciente auge que ambas industrias han tenido a nivel internacional. Aunque, con la pena, no hablamos aquí de franquicias occidentales como Halo, The Last of Us, Doom o God of War. Aunque son grandiosas franquicias en videojuegos, por lo menos un par de ellas han fracasado rotundamente al saltar al live-action.

Tras analizar algunas decenas de casos entre los que destacan Street Fighter, Scarlet Nexus, Dragon Ball, Devil May Cry, Dragon Quest, Pokémon, Sonic the Hedgehog, Super Robot Wars, Shenmue y The King of Fighters, nos dimos cuenta de que la fórmula en realidad es muy sencilla:

La narrativa es orgánica, la adaptación fluye mejor

La estructura de un videojuego es complicada, pues es el jugador quien vive la experiencia interactiva, quien toma las decisiones. Y es peculiar, porque en muchas series y películas anime la intención de los realizadores es que el espectador sienta que es el protagonista: no importa que sea un gran mago, un ser con superpoderes o la chica más bella de la escuela, ¡la narrativa siempre busca que quien ve la historia tenga esa sensación!

Por eso mismo es que la venta de figuras de alto precio y accesorios de sagas anime como Dragon Ball o SPY x FAMILY es todo un éxito.

Cuando traducimos esto al laborioso proceso de cómo trasladar una narrativa en primera persona de un juego a una película, ¡el resultado es fantástico! Tenemos entonces a Ryu recorriendo montañas en busca del secreto de las artes marciales, a Chun-Li buscando al asesino de su padre y a Guile luchando por su nación y la memoria de su compañero caído, Charlie. ¡Y todo en un mismo filme anime!

De Japón a Japón

Otro elemento crucial es la ideología creativa entre un medio y otro: las mentes japonesas que forjaron grandes sagas como Dragon Quest o Final Fantasy permiten que el encargado de adaptar tenga una filosofía similar, consiguiendo complacer tanto al gamer como al amante del anime, pues sabe qué es lo que le gusta… ¡porque él mismo es otaku y gamer a la vez!

Y por eso mismo funciona en “sentido contrario”. Tenemos entonces que tanto es orgánico adaptar videojuegos al anime, como sagas anime a videojuegos. ¿Cómo podría occidente “romper el cascarón” con esta sencilla fórmula?

Quizás finalmente la película animada de Mario Bros. o la serie The Last of Us lo demuestren pronto…

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