Han pasado 20 años desde la primera vez que el semi-desconocido actor Vin Diesel se puso tras el volante de un Dodge Charger R/T 1970 para correr en carreras clandestinas y robar algunas cosas de paso. Desde entonces, la loca carrera del personaje de Dom Toretto ha ido ascendiendo y ha pasado de ser un ladrón de poca monta a un super espía que salva el mundo a más de 200 km/h. Esta semana se estrena la novena entrega de esta saga, y se bautiza simplemente como F9: Fast & Furious 9 (Rápidos y Furiosos 9).
Al iniciar este episodio se nos lleva directamente a 1989. Conoceremos a un joven Dom (Vinnie Bennett) y su padre Jack Toretto (JD Pardo), corredor de NASCAR, y los eventos que lo hicieron distanciarse de su hermano Jakob (Finn Cole).
Volviendo al presente, nos encontramos con que Dom (Diesel) se encuentra cómodamente retirado viviendo con Lety (Michelle Rodriguez) y el pequeño Brian. Pero la relativa paz que ahora tienen se rompe cuando llegan Roman (Tyrese Gibson), Tej (Ludacris) y Ramsey (Nathalie Emmanuel), quienes traen un mensaje de ayuda que les envió Mr. Nobody (Kurt Russell) en el que les explica que Cipher (Charlize Theron) fue rescatada por un grupo de agentes traicioneros pero el avión que los transportaba contiene un misterioso artefacto que tendrán que recuperar. Así, el equipo se reúne para recuperar el dispositivo, pero cuando están a punto de lograrlo Jakob Toretto (John Cena) se aparece para quitarles el botín.
Ahora nuestros héroes tendrán que unirse a los demás integrantes del equipo. Mia Toretto (Jordana Brewster), incluso Han (Sung Kang) regresará de entre los muertos a formar parte de la misión; además se les unirán Sean (Lucas Black), Twinkie (Bow Wow) y Earl Hu (Jason Tobin) de Reto Tokio.
Ya con el equipo completo tratarán de detener a Jakob, quien se ha asociado con un multimillonario de nombre Otto (Thue Ersted Rasmussen) y con Cipher. Nuestros héroes intentarán salvar el mundo de nuevo en una aventura que los llevará a Sudamérica, Tokio, Londres, Alemania e incluso al espacio exterior, y enfrentarse a su máximo enemigo a la fecha: otro Toretto.
Justin Lin regresa a la silla del director desde Furious 6 y releva a F. Gary Gray quien hizo una labor decente en The Fate of the Furious. Lin recupera la sinceridad de los personajes y acentúa el tono familiar que se había perdido un poco en las anteriores 2 entregas. Además le mete el pedal a fondo para lograr integrar todos los personajes (incluidos los cameos innecesarios).
Lin una vez dijo que la única manera de mantener el control de la saga era perdiendo el control y ahora junto con el escritor Daniel Casey lo demuestra. Además de incluir escenas de acción cada vez más rebuscadas e inverosímiles, ayudados de “magnetos gigantes” que harán volar todo el tráfico de Londres, meten también un sentido del humor muy autorreferencial burlándose de lo indestructibles que son los protagonistas, de la facilidad con que se rompen las leyes de la física y de los muertos-no-muertos que regresan a la escena.
Todos estos elementos funcionan gracias a la capa de diversión que se agrega a la mezcla, aunque hay momentos que intentan ser emotivos apelando a la (des)unión familiar y a los recuerdos de los elementos caídos. Lo que predomina es la diversión y la acción, y así las casi 2 horas y media que dura la cinta se pasan volando.
Pero...
En 20 años la saga ha acumulado suficiente Fan Base como para generar un trending que abarrotará las salas y superará lo logrado en Hobbs and Shaw. Los fans no saldrán decepcionados de la sala, al contrario: contarán los días que faltan para la conclusión en dos partes que ha prometido Lin, Diesel y compañía.
Aún así algún despistado que no sepa de qué va la saga o que esté esperando algo diferente saldrá decepcionado ya que lo que verá es puro y simple fan service, por esa razón uno de los slogans de la franquicia es Fans First.
En resumen
The Fast and the Furious 9 o F9 es una divertidísima, explosiva, inverosímil pero efectiva continuación. Cuenta con grandes secuencias de acción tan rebuscadas que serán el deleite de los fans. La historia de los orígenes de Toretto, el regreso de los muertos y la comedia agregada funcionan para colocarla como una de las mejores entregas de la saga.
Lin da el volantazo para regresar a la historia original sin perder la espectacularidad de las últimas, y además apuntala a la gran conclusión que se espera llegue en un par de años.
Corran a verla y si pueden en IMAX, mejor.