¿Y si las tres visiones de Daenerys en La Casa de los Eternos anticiparon su arco?
Desde The Bells para acá no dejamos de pensar cómo terminará la serie. Pero, ¿por qué? Simple: el arco de todos los personajes cambió tanto y tan rápido en Game Of Thrones que no tenemos nada pero nada seguro.
Sin dudas, lo que más ruido nos hace es el desenlace de uno de los roles más fuertes: el de Daenerys. Ahora siendo La Reina Loca, su destino parece estar colmado de infortunios y todos pero TODOS creen que morirá al cerrar el show.
Ante tal afirmación 100% popular, empezamos a buscar bases en la misma serie que puedan habernos hecho un guiño a su camino hacia la redención, y nos detuvimos en un momento que muchos ya visitaron: las visiones de la blonda en La Casa de los Eternos que vimos en el capítulo 10 de la temporada 2 titulado Valar Morghulis. ¿Las vemos otra vez?
Ok, ya lo sabemos: gran parte de los medios y fans están hablando de la nieve que no fue nieve sino cenizas en el salón del Trono de Hierro y que, casualmente, al entrar al recinto deja la antorcha sobre el piso. Pero si seguimos analizando vemos dos momentos más en esta secuencia: la salida de Daenerys desde el salón al Norte (a través del portón del Muro) y su llegada al final de la visión completa, su encuentro con Khal Drogo y quien podría ser su hijo no nato.
Podría llegar a pensarse que las tres estaciones de los juegos de mente que se realizan en la cabeza de la ahora autoproclamada Reina de Westeros son los tres vértices de su locura y destino en relación a momentos y personajes. Veamos: primero, King’s Landing; segundo, El Muro; tercero, una choza en un khalasar.
¿Y cómo se une esto en cuanto a lo que proponemos en el título, su arco argumental? Que ya consumados sus actos de locura en King’s Landing (primera visión), Jon, el mejor representante para la trama del Muro y por lo tanto de la Guardia de la Noche, la matará (segunda visión) para que luego, en otra vida, Daenerys se reencuentre con la paz interior, la algarabía absoluta, personificada por su verdadero y único amor a lo largo de todas las temporadas, el único 100% fiel, Khal Drogo (tercera visión), a quien le dijo que “cuando el sol salga por el oeste y se ponga por el este; cuando los mares se sequen y las montañas se mezan como hojas al viento; cuando mi vientre vuelva a agitarse y dé a luz un niño vivo; entonces volverás, mi sol y estrellas, no antes”, o sea, nunca y siempre en la muerte a la vez.
De ser así el camino de la blonda Reina, aplaudiremos a los hoy tan bastardeados showrunners de Game Of Thrones. Sería una manera épica de cerrar EL arco de la serie.