We Own This City, la nueva serie de los creadores de The Wire, llegó a HBO Max y sorprendió a muchos con su interesante trama. Aquí te contamos la historia detrás del show.
Come les mencionamos en un artículo anterior, We Own This City es una adaptación del libro del mismo nombre escrito por el periodista Justin Fenton, del periódico Baltimore Sun. La obra cubre un escandaloso caso de corrupción en las fuerzas de seguridad locales que llegó a las noticias por la cantidad de gente involucrada y el cargo de cada una.
La historia se desarrolla en medio del malestar público y la desconfianza en la policía tras la muerte de Freddie Gray en 2015, en la que seis policías fueron acusados de homicidio. La negligencia que condujo a la muerte de Gray y la posterior desestimación de los cargos provocó protestas generalizadas y muchos lo vieron como otro ejemplo de cómo la policía ataca y mata a personas afroamericanas sin repercusiones.
Wayne Jenkins, el líder de la Fuerza de Tarea de Rastreo de Armas, hizo que su grupo opere como su propia pandilla dentro de la ciudad de Baltimore, realizando una serie de robos y quedándose con el dinero. Si bien el Grupo de Trabajo se centró principalmente en los traficantes de drogas, también acosaron a varias personas que nunca fueron acusadas de un delito, incluido el robo de 20 mil dólares de una pareja arrestada afuera de un Home Depot sin evidencia alguna.
Se cree que el grupo robó al menos 300 mil dólares en efectivo, así como cientos de miles de dólares en marihuana, heroína, cocaína y joyas. Además, también fueron acusados de extorsión, crimen organizado y fraude. Casi todos los miembros fueron sentenciados a una cantidad significativa de tiempo en prisión.
En 2017, Wayne Jenkins (el personaje de Jon Bernthal) y sus subordinados tomaron trascendencia pública cuando fueron acusados de haber cometido todos estos delitos. Según los investigadores, el equipo llevó adelante estos crímenes durante cerca de tres años: Jemell Rayam, Maurice Ward, Thomas Allers, Marcus Taylor y Evodio Hendrix fueron los otros 5 oficiales de BPD involucrados.
El caso tuvo fuertes consecuencias en la ciudad de Baltimore y produjo el colapso de una sociedad históricamente atravesada por la función que la Policía cumplió en la tan mencionada “guerra contra las drogas”, la cual le dio una manta de impunidad a los agentes, quienes se sentían con el derecho de arrestar a cualquier sin tener que dar explicaciones.
