Fue en el año 2000 cuando el cine de superhéroes vivía su época de incertidumbre, las adaptaciones de cómics no garantizaban éxito, ni mucho menos respeto crítico. Entonces llegó X-Men, dirigida por Bryan Singer, la cual redefinió el género.
Con un presupuesto moderado de 75 millones de dólares, recaudó más de 296 millones a nivel mundial y demostró que el público estaba listo para historias más maduras, con trasfondo político y emocional.
Desde su origen, los X-Men no sólo pelean contra villanos, sino que representan la exclusión, el racismo y el miedo a lo diferente. Su metáfora sobre la otredad (condición de ser otro o distinto) conectó con un público global y dio pie a una franquicia que sigue expandiendose durante varias décadas.
Pero regresemos al cine, con X2, de 2003, la saga alcanzó su punto más alto. La película fue aclamada por su tono más oscuro y su mensaje sobre la persecución ideológica. A partir de ahí, Fox convirtió a los mutantes en su joya de la corona.
Tan sólo entre 2000 y 2020 se estrenaron 13 películas entre spin-offs, precuelas y secuelas, con una recaudación global combinada de más de 6 mil millones de dólares.
Hugh Jackman como Wolverine se transformó en un ícono cultural; Patrick Stewart e Ian McKellen, en el alma de una rivalidad épica; y Logan, de 2017 selló el legado con un adiós digno, nominado incluso al Oscar por Mejor Guion Adaptado.
Con la compra de Fox por Disney en 2019, el futuro de los X-Men quedó en pausa. Pero cinco años después, con Deadpool & Wolverine, se abrió oficialmente la puerta al multiverso, algo que sólo indicó que el terreno estaba listo para algo más grande.
Ese mismo año, en 2024, X-Men ’97 llegó a Disney+ como secuela directa de la serie animada de los 90, reviviendo la estética, las tramas políticas y el espíritu de la época dorada del cómic.
El impacto fue inmediato: la serie debutó como la producción animada más vista de Disney+ en su semana de estreno, superando los 25 millones de visualizaciones globales. Su éxito demostró que los mutantes seguían siendo relevantes y que la nostalgia podía convivir con nuevas audiencias.
Además, la serie animada reintrodujo personajes clásicos como Magneto, Jean Grey y Cyclops bajo una narrativa más madura, de paso prepara emocionalmente al público para su regreso al live-action.
Ahora, Marvel Studios confirmó que los mutantes formarán parte del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) a partir de 2026, con una nueva línea temporal que respetará el legado anterior pero los situará dentro de la narrativa principal.
Según Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, el reto está en “honrar más de 20 años de historia sin borrar su impacto”. Y todo apunta a que X-Men será la nueva piedra angular de la siguiente saga cinematográfica, sustituyendo el vacío que dejó ‘Avengers: Endgame’.
Hoy los X-Men son más que una franquicia: son una representación cultural de inclusión, diversidad y evolución constante.
De la lucha por la aceptación a la reconfiguración del multiverso, su viaje demuestra que los héroes más poderosos no son los que nacen con dones, sino los que aprenden a vivir con ellos.
Los mutantes no sólo pelearon contra humanos temerosos: pelearon contra el olvido. Y lo vencieron. Ahora regresan, no para comenzar de nuevo, sino para recordarnos que toda generación necesita sus propios X-Men.