¿Por qué la serie animada de X-Men de la década de 1990 es insuperable?
Marvel y Disney+ se embarcaron un gran reto en revivir a los X-Men de los 90. ¿Podrán satisfacer al público?
Desde hace un tiempo a la fecha, los revivals, remakes y reboots se han convertido en parte de la industria del entretenimiento. Pero el optar por retomar viejas historias y ubicarlas para un público actual puede causar un problema si no se sabe trasladar correctamente.
Es así que el anuncio de una nueva serie animada de los X-Men nos emocionó en su momento, y a la vez nos dejó con muchas dudas y miedo de lo que podría suceder. X-Men ’97 ha llegado ya al servicio de Disney+ y no podemos negar que con los tres episodios disponibles, hasta el momento de escribir este texto, tenemos altas expectativas de lo que Beau DeMayo hizo antes de ser apartado de la serie.
Pero aún con todo eso, tenemos que ser cautelosos y esperar que X-Men ’97 logre llegar al nivel de la serie de los noventa, e incluso superarla, para confiar que Marvel Studios ha hecho bien en retomar la icónica serie y sus queridos personajes que entran por primera vez al Universo Cinematográfico de Marvel.
¿Qué es X-Men '97?
Empecemos por el principio, o tal vez por el final, y definir qué es X-Men ’97 para todos aquellos que se sienten un poco confundidos. Se trata de una continuación directa de la serie de los 90, la cual fue anunciada de forma oficial en 2021, pero que llevaba un par de años de desarrollo atrás. Desde un principio el productor Brad Winderbaum, quien es el líder de streaming, televisión y animación de Marvel Studios, consideró que la serie debía ser una secuela directa, lo cual así es, puesto que comienza justo después de la muerte del Profesor X, mostrando las repercusiones del terrible suceso para el equipo de mutantes que había formado.
Muchos años antes del Universo Cinematográfico de Marvel, los personajes del estudio no tenían la relevancia cultural que la competencia, en este caso DC Comics, había logrado con sus superhéroes. Salvo casos específicos como Spider-Man y Los 4 Fantásticos, el resto de los personajes eran reconocidos solo por aquellos que consumían historietas impresas. Pero esto cambio para otro equipo icónico de Marvel, los X-Men, que con el desarrollo de una serie animada en los 90 creada por Eric Lewald (Chip y Dale al rescate, Beetlejuice) puso este equipo de mutantes en el mapa, logrando que temas como la diversidad, el racismo y la homofobia fuesen vistos por un gran público que en su mayor parte no entendían estas analogías. El tema clásico de entrada más su estilo melodramático marcó una época en la televisión y por ende se volvió un éxito de cinco temporadas y setenta y seis episodios.
Basados en los mismos personajes creados por Jack Kirby y Stan Lee en 1963, los productores ejecutivos Margaret Loesch y Lee Gunther intentaron llevar a los mutantes a la televisión a finales de los 90 con un proyecto animado titulado X-Men: Pryde of the X-Men, el cual fue presentado en 1989 durante un bloque televisivo llamado Marvel Action Universe. Su presentación generó críticas mixtas, ya que por un lado se elogiaba su estilo de animación, pero se vapuleaba su tono narrativo donde se dejaban de lado temas esenciales del cómic como el aislamiento, la intolerancia y el racismo.
Margaret Loesch se quedó con esa espinita y un año más tarde, siendo la jefa de Fox Children’s Network tomó la decisión de encargar una nueva serie de X-Men que tomara los aciertos del piloto y mejorara las partes negativas. Debido a una falta de personal dentro de la misma compañía de la cual estaba al frente, tomó la decisión de contratar agentes externos para su desarrollo, los cuales tuvieron problemas en su realización por los tiempos tan cortos que tenían de entrega. Aún así, su emisión logró conquistar al público que encontró en la serie todo lo que se había perdido.
Tras un primer intento fallido, X-Men se enraizó primero en el gusto del público, y después en la cultura pop, por su guion que dio un mayor peso a los temas de aislamiento, intolerancia y racismo que eran la base de lo que la gente podía encontrar en la versión impresa. Este equipo de superhéroes se diferenciaba de todos los demás ya que sus poderes no los hacían sorprendentes a los ojos de los demás, en realidad eran temidos; todo esto con el firme propósito de demostrar el temor a lo aparentemente diferente. Sumado a eso, el estilo visual conectó con el público, ya que los personajes lucían impactantes en pantalla, las escenas de acción donde cada uno mostraba sus poderes eran espectaculares y un tema musical de entrada que logró que con el sonido de sus primeras notas fuese tan reconocible por todos, el cual afortunadamente fue replicado para X-Men ’97.
La serie animada de los 90 fue fundamental para otras adaptaciones
El éxito que los X-Men lograron desde su primera temporada sentó las bases para el desarrollo de una serie de 65 episodios inicialmente, los cuales terminaron siendo 76 en total. Durante cinco temporadas, transmitidas de 1992 a 1997 el público generó mucha afinidad con estos personajes, lo cual generó que los X-Men trascendieran a otros formatos.
Crédito: Marvel Animation/Disney+
Previamente a la salida de la serie, Konami puso en desarrollo un videojuego basado en el estilo visual de X-Men: Pryde of the X-Men en donde los principales personajes a escoger eran Cíclope, Coloso, Wolverine, Tormenta, Nightcrawler y/o Dazzler. Desde su lanzamiento recibió buenas críticas y una acogida por los gamers. Pero con la salida de la serie alcanzó una mayor popularidad.
Con el propósito de seguir explotando este universo, Fox Television puso en desarrollo un episodio piloto live-action basado en el cómic Generation X, el cual se conformaba por mutantes menos conocidos, los cuales fueron entrenados por en la Academia de Massachusetts, a cargo de Banshee y Emma Frost. El proyecto de serie terminó por ser descartado, pero al ya haberse rodado se emitió como una película para televisión.
Previo a la popular serie animada, Gerry Conway y Roy Thomas desarrollaron un guion en 1984 para un live-action que iba a producir Orion Pictures, el cual no siguió adelante por los problemas financieros de la compañía. En años posteriores, Stan Lee y Chris Claremont trabajaron para revivir el proyecto de la mano de James Cameron como productor y Kathryn Bigelow como directora, el cual se escribió teniendo en mente a Bob Hoskins como Wolverine y Angela Bassett como Tormenta. Este proyecto terminó por cancelarse cuando Stan Lee despertó el interés de Cameron por una película de Spider-Man.
Ya con el éxito de la serie de los 90, 20th Century Fox compró los derechos de X-Men para el cine y puso en marcha un primer borrador donde Wolverine era reclutado por el Profesor X. En años posteriores hubo varios cambios en el proyecto que no terminaba de cuajar. Fue hasta que Marvel expuso la importancia y diferencia de estos personajes frente a otros superhéroes, lo cual resonó en Bryan Singer, que ya estaba involucrado al proyecto después del éxito de Sospechosos Comunes, y se comenzó a tratar con más seriedad todos los temas de prejuicio que eran clave.
Fue así que en el verano del año 2000, la película llegó a la gran pantalla siendo esta un parteaguas en la historia de Marvel, ya que tuvo un gran recibimiento de la crítica y del público, adelantándose a la El hombre araña de Sam Raimi con Tobey Maguire.
En conclusión, la serie de X-Men de los 90 fue el detonante de lo que poco a poco iría formando la historia de Marvel Studios. Con X-Men ’97, la misma compañía productora tiene una nueva oportunidad de relanzar su marca a partir de los mutantes, los cuales son muy queridos por el público, e incluso hacer resurgir al UCM que después del final de la Saga del Infinito ha dejado mucho que desear.
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