Zachary Levi es de esos actores que hacen difícil separar al personaje de la persona. Amado como Chuck y Shazam, también ha logrado algo que pocos consiguen: provocar debates acalorados en redes y titulares. Su talento es indiscutible, su humor entrañable, pero sus declaraciones públicas y enfrentamientos con el fandom lo convierten en un héroe… con sombras.
Zachary Levi: carisma, polémicas y un héroe imperfecto
Levi saltó a la fama gracias a Chuck, la serie que convirtió a los geeks en héroes de acción. Su mezcla de torpeza, carisma y timing cómico lo hizo irresistible. Luego llegó Shazam: un superhéroe con el alma de un niño interpretado por un adulto que, en pantalla, encarna la diversión y la torpeza a la perfección.
Pero el camino no ha sido sencillo. Mientras la primera película de ¡Shazam! (2019) encantó a la crítica y al público, la secuela de 2023 (¡Shazam! La furia de los dioses) recibió vituperios de ambos lados: crítica tibia y una taquilla que dejó a más de uno rascándose la cabeza. Levi no se quedó callado, y sus declaraciones sobre los “problemas del estudio” hicieron que algunos fans lo vieran más como alguien que busca culpables que como el héroe que aman.
Zachary Levi nunca ha sido del tipo que mide sus palabras. Sus comentarios sobre farmacéuticas y vacunas encendieron un fuego inmediato en redes sociales, dividiendo a los seguidores entre los que lo apoyaban y los que lo criticaban por “ser irresponsable”.
No se detuvo ahí: en varias entrevistas ha señalado directamente a Hollywood por priorizar ganancias sobre creatividad, algo que suena valiente, pero también convenientemente oportuno tras el tropiezo de su película. El efecto: fans confundidos, críticos disfrutando el espectáculo y Levi en el ojo del huracán.
La relación con su fandom ha pasado de ser tierna a un poco tensa. Durante la promoción de ¡Shazam! La furia de los dioses, Levi insinuó que la integración con otros personajes del universo DC había sido un desastre por decisiones ajenas. Resultado: un grupo de seguidores lo criticó, acusándolo de echar culpas a terceros mientras ellos solo querían disfrutar de su héroe.
Aun así, Levi mantiene su cercanía con los fans que lo siguen desde los tiempos de Chuck. Entre eventos de Comic-Con y transmisiones en vivo, el actor sigue mostrando su humor y accesibilidad, incluso cuando la polémica amenaza con eclipsar su carisma.
Si algo distingue a Levi es su honestidad brutal. En su libro Radical Love (2021) habló sobre ansiedad y depresión con una sinceridad poco común en Hollywood. Pero su tendencia a “decir lo que piensa” significa que incluso la vulnerabilidad puede convertirse en arma de doble filo. Sus fans lo aman por ello; sus críticos lo atacan por ello.
Esta combinación de autenticidad y provocación lo convierte en un personaje interesante: un actor que inspira, entretiene y a veces irrita, pero nunca pasa desapercibido.
Zachary Levi nos recuerda que ser un héroe en la pantalla no garantiza ser un santo fuera de ella. Entre declaraciones incendiarias, comentarios cuestionables y una relación con los fans a veces complicada, Levi se mantiene en la cresta de la ola de la cultura pop.
Su mayor encanto quizá sea justamente ese: ser humano, imperfecto y, sí, polémico. Un héroe que te hace reír, que te inspira, pero que también te hace levantar una ceja y decir: “¡vaya, eso sí que fue directo!”.
En Hollywood, donde la mayoría intenta ser perfecto y políticamente correcto, Levi brilla por no serlo. Y tal vez, al final del día, eso es lo que lo hace inolvidable.
