Si te gustan los zombies pero te aburre The Walking Dead, hoy te traemos una serie proveniente del viejo continente que le encuentra una vuelta de tuerca al género.
Así es como conocemos la historia de Kieren Walker (Luke Newberry), un adolescente ya crecido, que en un Apocalipsis Zombie fue convertido en un muerto viviente. Pero el Gobierno Británico logra contener el brote e incluso encuentran una especie de cura.
Este tratamiento consiste en una vacuna que mantiene a raya el instinto caníbal de los zombies y les devuelve la conciencia humana, siempre y cuando se inyecten a diario. Pero su apariencia física no puede ser revertida, por eso algunos de estos zombies convertidos deciden maquillarse e intentar reintegrarse completamente a la sociedad mientras que otros aceptan su condición e intentan establecerse como una raza propia que solo quieren coexistir con los humanos.
Pero la sociedad no está lista para esto y en el pueblo rural de Roarton (donde sucede la serie) hay gente que no piensa aceptar a los zombies. Por un lado la iglesia local los ve como una aberración a sus creencias y por eso controla a otros intolerantes para que se armen y los persigan y exterminen bajo alguna excusa.
Y ahí está la gracia de In the Fleshno estamos ante una serie de terror o de acción, sino que los zombies son usados para hacer una crítica social a gente que pese a haberse salvado de la extinción, o de poder recuperar en gran parte a algún ser querido, los sigue rechazando porque son distintos.
No estamos ante una serie de terror o de acción, sino que los zombies son usados para hacer una crítica social.
In the Flesh lamentablemente duró sólo dos temporadas que fueron emitidas por BBC Three. Luego de una entretenida primera temporada el canal había anunciado un segundo año con seis capítulos, pero ante la falta de presupuesto decidieron cancelar el proyecto tras la finalización de esta segunda temporada. Y por lo visto no hay interés para revivirla aunque sea en otro canal o medio.
In the Flesh pese a todo es una interesante propuesta para aquellos que quieran ampliar su espectro más allá de The Walking Dead. El bajo presupuesto se nota, pero las buenas ideas y realización no lo hacen ver como un defecto, sino como otra de las virtudes por la cual vale la pena ver la serie.
