Desde que comenzó esta temporada vengo diciendo que la serie mejoró mucho con respecto a su primera temporada (que fue bastante buena) y eso es gracias a que no tienen que explicar lo que está pasando. Saltaron directo a la acción y crearon problemas muy, pero muy grandes.
Mitch está tratando de averiguar cómo salvar a Jackson, lo bueno de esto es que tienen 5 semanas para evitar que se transforme en una bestia. Pero contó que si logra arreglar a Jax, eso sería clave para salvar a los animales, ya que el humano es el ser vivo más complejo y por ende, si lo cura a él, cura a todos.
Tienen un sólo problema, no pueden dedicarle todo el tiempo que quisiese a eso ya que hay que seguir buscando respuestas. En este capítulo, tienen que capturar un perezoso que puede derrumbar edificios, pero no será una tarea fácil ya que tienen que entrar a una fiesta en la que son el 90% militares.
Quiero dedicarle un párrafo aparte al Chloe y Jackson, tuvieron por fin un momento de paz y amor, en el que sonrieron otra vez y se besaron. Pero eso no es bueno, nunca termina bien. Cuando se separan, cada uno sigue su camino, no se despiden, pero él no sabía que quizás sea la última vez que la haya visto con ella. Eso seguramente sea más que un problema la semana que viene cuando la encuentre tirada, casi muerta, o muerta. Eso no lo sabemos. Igual, si eso es lo último que veremos de ella, su muerte no habrá sido en vano ya que le dio más tiempo al team y además encontró a Jamie.
Mientras tanto, Logan y Jamie siguen caminando, caminando sin cesar, en el camino, nos enteramos que él no contó tooooda la verdad, sino que en realidad, les robó la plata a las personas que lo contrataron y los encuentran. El problema es que quemaron la plata y los malos no le creen. Por suerte, Jamie está cada vez más badass, ahora, hasta mató a uno. Necesito que tenga nueve minutos de paz… Nueve… ¿Entienden?