El pasado 14 de Agosto la primera serie original brasileña de Netflix, 3%, estrenó su cuarta y última temporada. El show, que presenta una historia distópica sobre un mundo dividido en dos partes, el Continente y Mar Alto, llevó esa división hasta las últimas consecuencias en estos últimos siete episodios con el enfrentamiento de Michelle, la heroína que soñaba con una tercera opción, y André, su hermano tiránico que representa a ese Mar Alto de privilegiados.
En la tercera temporada, La Concha, el paraíso (y ni tanto) creado por Michelle y Fernando como una nueva opción para los pobladores del continente, pero que no exigía de ellos el atravesar un cruel Proceso para acceder a ella, había sido saboteada para que no pudiera progresar. Por supuesto, los saboteadores eran los mismos de Mar Alto, quienes veían a La Concha como una verdadera amenaza para su status.
Tras reponerse de toda la crisis atravesada en esa tercera temporada, la cuarta encuentra a nuestros héroes (Michelle, Joanna, Natália, Rafael, Elisa, Marco y Xavier) planeando cómo hacerle pagar a Mar Alto el daño que causaron. Necesitan hacerlo para que, de una vez y para siempre, Mar Alto deje de acosarlos. A su favor, tienen prisionera a Marcela, la líder de la División de Seguridad de Mar Alto (y madre de Marco, nada menos) y son invitados a negociar a Mar Alto. La invitación les abre la puerta a un plan que nunca dejó de rondarles la cabeza: detonar un pulso electromagnético para destruir toda la tecnología que les da ventaja a los de la isla.
Por supuesto, nada será tan fácil. La Concha sufrirá una nueva traición (Gloria, como siempre) y, en Mar Alto, la situación distará mucho de ideal. André se ha hecho con el poder por la fuerza, dejando a varios miembros del Consejo prisioneros. Esto les plantea otra opción más pacífica a nuestros protagonistas: negociar con el Consejo para ayudarlos a derrocar a André, a cambio de la finalización del Proceso de una vez y para siempre.
La violencia irá escalando episodio tras episodio: veremos caer primero a La Concha, luego a Mar Alto y, por fin, terminaremos con una guerra cruenta en el Continente donde los que vivieron vidas de privilegio en la isla quieren hacer valer su supremacía, frente a un pueblo harto.
Como anticipábamos al final de la tercera temporada, esta última parte guió toda la historia hasta un enfrentamiento final entre Michelle y André, dejando a Joanna como la líder renovada que el mundo necesita. Es interesante como 3% se juega a matar a su heroína Michelle un episodio antes del final, dejando bien en claro que tanto su extremismo como el de André no son la solución para nadie. Joanna será quien termine imaginando un mundo mejor, donde todos tengan voz y voto, con Rafael y Natália a su lado.
3% termina, sin dudas, como una utopía: todos ceden a la visión de Joanna y se proponen trabajar juntos para hacer del Continente un lugar mejor. La serie nos muestra algo que nos viene bien en tiempos que corren: si no nos ayudamos unos a otros, no vamos a salir adelante. Lindo mensaje, ¿no?
