La tercera temporada de Never Have I Ever es la mejor hasta ahora

Never Have I Ever (Yo nunca, por su título en español) llegó hace poco a Netflix con su tercera temporada, una que nos presenta a la protagonista, Devi (Maitreyi Ramakrishnan), siendo más madura y abierta. Por lo que de entrada, me parece ya una de las mejores entregas de la serie de Mindy Kaling.

Las temporadas pasadas fallaban al no darle a Devi algún tipo de maduración, pues de todos los errores que cometía, nunca aprendía nada. Justo lo comenté en mi reseña de la temporada pasada, cada vez me resultaba más difícil sentir empatía o cariño por Devi. Pero esta vez, la protagonista muestra que está lista para avanzar, no solo a nivel de sus relaciones románticas, sino también, familiares.

Me gustó que la serie mostrara la vulnerabilidad de Devi, las inseguridades que tiene sobre su aspecto físico, su cultura, su futuro profesional y su salud mental. Pues es algo por lo que muchos pasamos, no solo en la adolescencia. Por ejemplo, cuando Devi habla con su madre sobre su preocupación de ser demasiado difícil para que alguien la ame, luego de que Des terminara con ella porque Nirdesh, la madre de él, la vio tener una crisis por la muerte de su padre.

También, al contrario de otras comedias románticas juveniles, no se siente que el rompimiento de Devi con Paxton sea una simple excusa para alejarlos e impactar a la audiencia. Al contrario, se explican las razones por las que su romance no puede funcionar. Además, se alejan de los clichés del tercero en discordia. Des llega a su vida cuando ya terminó con Paxton y tiene sexo con Ben cuando vuelve estar soltera.

Por otro lado, el desarrollo de los personajes secundarios, en su mayoría, es brillante. Me sigue impresionando el crecimiento de Paxton, pues asumió sus errores del pasado y pidió perdón a todas las chicas que alguna vez trató mal. Nalini, la madre de Devi, estuvo para su hija cuando Paxton terminó con ella y además la defendió de la madre de Des, Nirdesh. Kamala enfrentó a su abuela, Nirmala, y demostró que era lo sufrientemente madura para vivir sola y escoger a su pareja. Y Ben, aunque aún le falta camino por recorrer, fue de gran apoyo para Devi, tanto en sus relaciones románticas como en sus estudios.

El humor, tampoco se dejó de lado. El episodio 6 fue con el que más me divertí y también con el que más llore. Ben sentía mucha presión por estudiar en la misma universidad que su padre que descuidó su salud física. Y cuando tuvo una emergencia médica, Paxton no dudó en ayudarlo, aunque fueran polos opuestos y quisieran con la misma chica. Además, logró conectarse con su padre en un momento muy emotivo, pues le dijo lo que siempre quiso escuchar: que lo amaba y estaba orgulloso de él.

Eso sí, creo que la tercera temporada tiene una falla: el tratamiento de la relación de Fabiola con Aneesa. En la temporada pasada, parecía que Fabiola e Eve serían la pareja LGBTQ+ de la serie. Sin embargo, cortaron abruptamente su relación al principio de esta nueva temporada. Después, involucraron sentimentalmente a Fabiola con Aneesa, pero parece que no supieron cómo darle continuidad a su relación que apenas duró unos episodios. Además, me hubiera gustado que exploraran la orientación sexual de Aneesa, que tal vez era bisexual o pansexual, pero nunca se hace dice explícitamente.

En conclusión, la tercera temporada de Never Have I Ever es más divertida, emotiva y entretenida que las temporadas anteriores. Por fin le da el lugar que se merece a su protagonista y se aleja de los clichés del género, lo cual la hace más cercana al público y refrescante. Y, por supuesto, es ya una de las mejores comedias de la plataforma roja. Espero que su cuarta y última temporada, ya confirmada, mantenga esta buena racha.