Este 28 de Marzo se cumplirán 21 años desde el estreno de Futurama, una de las mejores series animadas que nos ha dado la televisión y que también tenía como protagonista a un personaje fantástico: Bender Bending Rodriguez, el robot mexicano de la serie que le gusta tomar alcohol, fumar habanos y causar caos en todo momento.
Para recordar al show creado por Matt Groening, veamos cuáles fueron los peores pecados que ha cometido Bender.
En un episodio en el que la tripulación explora Internet, se topan con un sitio web llamado Amy Wong Naked, en donde hay un montón de fotos de ella desnuda ¿El culpable? Si, obvio, Bender ¿Quién más iba a ser?
Él admite que subió las fotos, pero que solo es la cabeza de ella sobre el cuerpo de otra persona y la reacción de Leela sugiere que es cuerpo de ella, por lo que todo es aún peor. Además, esto plantea varias preguntas ¿Cómo tuvo Bender las fotos desnudas de Leela? ¿Por qué ponerles la cara de Amy? Supongo que solamente quería ser un degenerado más de internet.
Este episodio será siempre recordado por el final desgarrador, pero antes de que eso sucediera, los celos de Bender son insoportables hacia el perro. Esto demuestra lo egoísta que es, pensando que todo debe girar en torno a él.
Bender se irrita porque Fry se perderá su espectáculo de magia para revivir a su perro muerto y, en un ataque de ira, arroja el fósil de Seymour al magma mientras ríe. Una vez que se da cuenta de que su amigo está realmente triste y no solo lo hace para llamar la atención, interviene y salva el día. Sin embargo, solucionar un problema que creó por su cuenta no es realmente digno de algún elogio Además, sin la demora de Bender, el final podría haber sido feliz y no el más triste del show.
Desesperado por ser recordado, Bender cambia una antigua profecía tallada para convertirse en faraón. Insiste en construir una estatua gigantesca, luego pide que la derriben y hagan una un poco más pequeña para que no lo cubra.
Obviamente, todo esto fue construido por esclavos, Bender ni siquiera pensó en liberarlos. De hecho, insiste en que los jefes que los castigan no los están explotando lo suficiente y exige que hagan el trabajo más rápido. Es un faraón tan cruel y ridículo que su gente termina traicionándolo y encerrándolo junto a sus amigos.
Pensar que Bender estuvo a punto de destruir el planeta en dos ocasiones, y que eso aún no es lo peor que ha hecho, lo pinta de cuerpo entero. En la primera, se ve obligado por las señales en su antena a causar estragos. Intenta terminar con la humanidad, pero finalmente decide no hacerlo porque escucha que no habrá licor en el nuevo mundo. Y el hecho de que tenía la capacidad de decidir sugiere que no estaba siendo completamente controlado para empezar.
En la segunda ocasión, usando uno de los inventos del profesor, hace copias más pequeñas de sí mismo para hacer sus tareas. Finalmente, estos Benders se vuelven microscópicos y comienzan a reelaborar moléculas para convertir el agua en alcohol y casi mata a todos.
En la segunda película de Futurama, The Beast With A Billion Backs, Bender logra que todos sus amigos sean echados del paraíso. Su idea de atacar para salvar a su mejor amigo de un lugar que claramente le gusta es mucho peor, especialmente cuando el daño colateral es la felicidad de muchas otras personas.
El universo paralelo al que se mudan Bender y sus amigos se parece mucho a la versión cristiana del cielo y es un paraíso para casi todos. Claro, salvo para él. Logra causar problemas con otros robots y, aunque Yivo es lo suficientemente fuerte como para dominar la revuelta, cuando descubre que Fry y Bender han estado en contacto, los echa a todos.
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