Channel Zero, la serie de antología creada por Nick Antosca para SyFy, nos hizo vivir una noche de brujas realmente aterradora con su cuarta temporada.
The Dream Door, la historia que esta vez nos contaron, se estrenó el 26 de octubre de este año, lanzando un episodio por día, para alcanzar el season finale el mismísimo 31. Y hay que reconocérselo: Channel Zero vuelve a consagrarse como la serie más tenebrosa de la televisión.
La historia, que se inspira en el creepypasta conocido como “The Hidden Door“, nos presenta a un matrimonio de recién casados, Jill y Tom, que se mudan a la casa de la infancia de este luego de que su madre se la regale. Jill y Tom se conocen desde hace veinte años, fueron mejores amigos de niños y, luego de un tiempo distanciados, se reencontraron para enamorarse y, por fin, casarse.
Mientras disfrutan de sus primeros días como matrimonio, Jill y Tom comienzan a pensar en las remodelaciones que le harán a esa antigua casa. Sin embargo, cosas extrañas empiezan a suceder. Primero, en el sótano aparece un pequeño perro, exactamente igual a uno de peluche que solía tener Jill de pequeña. Luego, una misteriosa puerta aparece en la pared, aunque ambos están seguros de que antes, allí, no había nada.
Luego de mucho esfuerzo, logran abrir la misteriosa puerta, solo para descubrir que da hacia unas escaleras que desembocan en otra puerta, igual de cerrada que la primera. Finalmente, Jill logra abrirla, casi por arte de magia, y sin darse cuenta, libera a una criatura extraña, mezcla de payaso y contorsionista, con instinto asesino.
Mientras lidian con el terror de lo sucedido, Jill y Tom conocen a su vecino, Ian, un joven algo aparatoso, que esconde un gran secreto. Pero no es el único: Jill comienza a notar que su reciente marido también tiene algunas cosas escondidas.
A partir de allí, Channel Zero nos subirá a una montaña rusa que lo tiene todo: una historia llena de misterios, momentos aterradores y unas imágenes que nos obligarán a taparnos la cara con las manos.
Con The Dream Door, Channel Zero regresa al maravilloso nivel que mostró en No End House, su mejor temporada hasta ahora. Los personajes de esta nueva historia nunca son lo que parecen y en esos escasos seis episodios pasamos del terror a la ternura, aunque parezca descabellado. Las ambigüedades nos van a incomodar y no sabremos muy bien a quién tenerle más miedo.
El plato fuerte es, sin duda, ese payaso contorsionista que sale de las puertas misteriosas del sótano de la casa de Jill y Tom. Apodado Pretzel Jack, es realmente perturbador. Interpretado por el contorsionista Troy James (a quien tal vez hayas visto recientemente en The Flash, dándole vida a Ragdoll) logra horrorizarnos con sus movimientos y su sadismo, pero con el correr de los episodios, casi que hasta le tomaremos cariño.
El trabajo realizado con este personaje es maravilloso: a pesar de estar oculto tras una máscara que casi tiene una única expresión, cuanto más lo conocemos, más lo entendemos y sabemos lo que está sintiendo. Pretzel Jack es la gran estrella de The Dream Door, a pesar de que también nos genere algunas pesadillas.
Definitivamente, luego de su cuarta temporada, Channel Zero vuelve a demostrar que está por encima de muchas series de horror que gozan de mejor publicidad. La antología de Nick Antosca crece temporada tras temporada, para deleite de todos aquellos a los que nos gusta asustarnos.
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Agradezcamos a Stephen King por todo lo que nos dio.
