Un 21 de abril de 1989 llegaba a los cines un filme que se convertiría en un clásico de terror de todos los tiempos: Pet Sematary. La película, dirigida por Mary Lambert, está basada en la novela del 83 de Stephen King y lo tiene al mismísimo King como guionista. Aunque las críticas no la han acompañado, Pet Sematary superó expectativas de taquilla de acuerdo a su presupuesto y, además, se convirtió en un clásico que muchos de nosotros rentamos en un videoclub para sentir un poco de miedo en casa.
25 años de Pet Sematary: todo lo que necesitas saber de este clásico de terror
¿De qué trata Pet Sematary?
Pet Sematary nos presenta a la familia Creed, conformada por Louis y Rachel y sus hijos Ellie y Gage, así como también por su gatito Church, cuando estos se están mudando de Chicago a una zona rural de Maine llamada Ludlow.
La familia pronto se hace amiga de Jud Crandall, uno de los vecinos de Ludlow y quien les presenta al cementerio de animales que le da título al film, que se encuentra al fondo de la propiedad de los Creed. Ese cementerio es un antiguo sitio de entierros de una de las primeras naciones de Estados Unidos, los Mi ‘ kmaq, y tiene el poder de traer nuevamente a la vida a quienes son enterrados allí.
Luego de varias tragedias en la familia, Louis decide poner a prueba los poderes del cementerio, solo para descubrir que, a veces, como le dijo su vecino, “dead is better”.
¿En qué se basa Pet Sematary?
Como decía en un comienzo, Pet Sematary está basada en una novela homónima de Stephen King que se publicó por primera vez en 1983. La historia le vino a King luego de que el gato de su propia hija fuera atropellado por un camión y él tuviera que explicarle a la pequeña lo sucedido y enterrar al difunto animal. A partir de allí, la lamparita de Stephen King se encendió y comenzó a trabajar en una novela que contara el regreso de ese difunto gato pero, a la vez, no el mismo gato, sino uno perverso, maligno.
Por supuesto, también una de las influencias de King para esta historia fue The Monkey’s Paw, un cuento de W. W. Jacobs en el que la idea de traer a los muertos de vuelta a la vida con consecuencias terrible está puesta sobre el tapete. La historia de The Monkey’s Paw se ha visto muchas veces en el mundo audiovisual, tanto que hasta en Los Simpson se puede encontrar una versión.
¿Por qué se llama Pet Sematary en lugar de Pet Cementery?
El cambio en la ortografía de la palabra “cementerio” también proviene de la vida real de Stephen King. En el momento en el que encontró, tristemente, la inspiración para escribir la novela gracias a la muerte de la mascota de su hija, King vivía en una casa que, como la de su historia, tenía un bosque detrás. En ese bosque, los niños de la zona habían fundado un cementerio de animales informal y el cartel que lo anunciaba tenía escrito “Pet Sematary” en lugar de “Pet Cementery” y King decidió trasladarlo al título de su novela como homenaje.
La grafía de esta palabra se perpetuó aún más cuando King, un gran fanático de la banda de punk Ramones les pidió que crearan la canción para los títulos del filme. Dicha canción, también titulada Pet Sematary, se convirtió en uno de los grandes éxitos de la banda que hoy en día todo el mundo conoce.
¿Cuántas películas de Pet Sematary hay?
Técnicamente, cuatro. Pet Sematary, el filme de 1989 que cumple 25 años este 21 de abril, tuvo su secuela, Pet Sematary Two, que se estrenó en 1992 y que estuvo nuevamente dirigida por Mary Lambert pero que esta vez, al no estar basada en una obra de King, tuvo como guionista a Richard Outten. La película estuvo lejos de ser un éxito, pero la crítica sí rescato la actuación de Clancy Brown, quien interpretó al violento sheriff de Ludlow.
Luego de esta secuela, en el 2019 se realizó una nueva versión de Pet Sematary, dirigida por Kevin Kolsch y Dennis Widmeyer. Estuvo protagonizada por Jason Clarke, Amy Seimetz y John Lithgow y logró juntar unos 113.1 millones en todo el mundo contra un presupuesto de unos escasos 20 y unas críticas que no la ensalzaron demasiado pero que tampoco la arruinaron, lo cual es decir bastante porque la película se toma algunas libertades que, sin ánimo de spoilear, cambian un tanto la historia original aunque, vale aclarar, no molestaron a Stephen King, siempre generoso con quienes se interesan en su obra.
Luego de esta nueva versión de Pet Sematary, llegaría la cuarta película, una precuela llamada Pet Sematary: Bloodlines, que se estrenó en octubre del 2023 y fue dirigida por la debutante Lindsey Anderson Beer.
¿De qué trata la precuela de Pet Sematary?
La precuela de Pet Sematary, Pet Sematary: Bloodlines, nos lleva al año 1969, 50 años de los sucesos que se exploran en el primer filme (tanto el de 1989 como el de 2019) y tiene como protagonista al mismísimo Jud Crandall, ese vecino responsable de haberles mostrado a los Creed el cementerio de animales, en el momento exacto en el que él lo descubre y se da cuenta del peligro que acecha a su ciudad natal, Ludlow.
La película, que llegó en plena guerra del streaming, no pasó por las pantallas de los cines, sino que fue a parar directamente a Paramount+, la plataforma del estudio responsable de su producción. Las críticas no fueron para nada favorables, destacando de forma negativa la tendencia a lo gore del filme sin desarrollar para nada una atmósfera que permitiera el desarrollo del terror o la expansión de ese vasto universo que es el que ha creado Stephen King.
Sin embargo, a pesar de que las críticas no apoyaron a Pet Sematary: Bloodlines, Lindsey Anderson Beer sostuvo que le gustaría ampliar aún más la franquicia, explorando la entidad demoníaca que trae de vuelta de la muerte a todos aquellos enterrados en el cementerio de animales, así como también la historia de Ludlow y el porqué de estos sucesos terroríficos.
Luego del poco amor que recibió Pet Sematary: Bloodlines por parte de la crítica, todo estos planes que la directora y los productores tenían podrían convertirse en humo, sin embargo este 25 aniversario es un buen momento para revisitar la historia desde ese primer filme de 1989 hasta esta última entrega y, así, performar el milagro y revivirla como si la hubiéramos enterrado en el mismísimo cementerio de Ludlow, en Maine.
