Una gran resolución para toda una época de Los Warren.
Cuando supe que habría una cuarta parte de la saga El conjuro me sentí como que era la más reciente película de la saga de rápidos y furiosos. No por lo malas, sino porque a este punto no sé en qué parte vamos y tampoco la cronología de todo el universo así que antes de que se lean una reseña larguísima sobre esto les puedo decir que: “El conjuro 4 es muy divertida y se la van a pasar bien!
Por eso, ahora mis comentarios.
No, no esperen una reseña en contra de esta película porque si a algo le tengo cariño es a esta saga, incluso a la más mala (Te hablo a ti La llorona). Tengo que soportar porque es Michael Chaves el encargado de esta última parte de la saga con Vera Farmiga y Patrick Wilson y digo que debo soportar porque este director es el encargado de que la tercera parte haya sido un rotundo fracaso.
Aún así entré a la película sin un solo prejuicio. “El conjuro: Los últimos ritos” explora el peligro inminente en el que los mismos Warren pusieron a Judy, su hija. Una vida de misiones espirituales luchando contra las fuerzas oscuras debían de rendir frutos y venganza. En un juego de predestinación diabólica el demonio escogió a Judy desde antes de nacer para destruirla porque sabía que la familia Warren en un futuro daría batalla a las fuerzas del mal. ¡Judy fue sellada!
Así, los Warren, ignorantes de las luchas y poderes de su propia hija, pasaron por alto los peligros a los que ella está expuesta ahora que es mayor y quiere comenzar una familia. Esta es la última batalla y la razón por la que esta será el último rito.
La verdad es que la premisa me llama la atención, pero, entre con mucho recelo a ver esta última parte.
Quiero comenzar con lo bueno de esta película porque, creo firmemente que aunque es una película de ritos y demonios, es una historia que resalta el poder del amor y la familia, desde su primera parte. Recordemos que aunque los Warren pelean contra el espíritu de esta bruja que posee a la madre, es el amor de esta el que termina venciendo la maldad de este espíritu.
Una grande constante a través de las películas de la saga, siempre el amor es el que vence al demonio. Es siempre la familia unida la que combate más que cualquier rito, oración o contra maldición. En “El conjuro 4” no es la excepción; Lorraine y Ed Warren están ciegos de la lucha que Judy pelea a diario desde que un espíritu se pegó a ella antes de nacer gracias a un objeto que Lorraine Warren tocó en una de sus primeras misiones.
Me apasiona que los guionistas ligaron a este demonio con los de Anabelle y La monja. Para agregar algo más de terror y suspenso a la historia se entiende que este demonio persiguió a los Warren desde entonces tomando como conducto a la muñeca pero en realidad Valak, todo el tiempo. No se dice abiertamente, pero un buen lector de entrelíneas sabe que esto es así.
Ahora, debo comentar que la película dura más de dos horas y la primera parte para algunos puede parecer aburridísima porque plantea personajes que ya conocemos (Los Warren) en su dinámica familiar y esto toma tiempo. La historia toma caminos paralelos entre la familia de este último caso y Los Warren. Este planteamiento es cansado pero no gratuito, es necesario al existir un contexto familiar y un vínculo espiritual entre ambas familias por estar ligadas al mismo demonio.
Lo que pienso que ya la película hace de forma exagerada es toda la última parte, aunque no es aburrida, sino todo lo contrario, ya parece más una batalla final al estilo Saruman y Gandalf en “El Señor de los anillos” o Voldemort y “Harry Potter en Las reliquias de la muerte” parte dos. Es toda una exageración que aunque no le sobra, ya es increíble que eso pueda suceder. Debo reconocer que depende mucho el formato en el que la vean, porque la 4Dx eleva mucho el material visual llevándolo a lo divertido y entretenido, pero también distrayéndote de lo que realmente es El conjuro.
“El conjuro: los últimos ritos” es un final necesario a todo un universo. Una gran resolución para toda una época de Los Warren. Un gran final no solo para la historia de vida de una pareja, sino también para dos guerreros de luz que acaba así esta historia, en luz.
