El universo Game of Thrones y sus épicas venganzas

“Joffrey, Cersei, Walder Frey, Meryn Trant, Tywin Lannister, The Red Woman, Beric Dondarrion, Thoros of Myr, Ilyn Payne, The Mountain, The Hound“. Hemos escuchado esa lista hasta el cansancio: Arya Stark la repitió a lo largo de varias temporadas de Game of Thrones, avivando la llama de la venganza en su interior y en el de todos los espectadores.

Sin embargo, Arya Stark no era la única con sed de venganza en Game of Thrones, el último gran fenómeno televisivo de HBO. La serie creada a partir de las novelas de George R. R. Martin tenía a la venganza casi en el centro de su argumento y para muchos de sus personajes era el motor que los llevaba a realizar tal o cual cosa.

Game of Thrones, la serie de HBO que comenzó en abril de 2011 y finalizó en mayo de 2019 y que batió absolutamente todos los récords de audiencia posibles en su época, es una serie sobre el poder. Ambientada en un mundo fantástico, con dragones, zombis helados y magia oscura, nos muestra la lucha constante de diferentes casas por sentarse en el ansiado Trono de Hierro. Para lograrlo, los personajes estarán preparados para realizar cualquier cosa. Sin embargo, esas acciones, a menudo violentas e injustas, desencadenarán, en muchos casos, una sucesión de venganzas que se van volviendo cada vez más sangrientas a medida que la serie progresó temporada tras temporada.

Como mencionaba al comienzo de este artículo, quizás la venganza más visible y con la que los espectadores del show más han simpatizado a lo largo del tiempo es la de Arya Stark, el personaje interpretado por Maisie Williams, una pequeña niña que pierde toda inocencia al ver cómo decapitan a su padre por orden de los Lannister. A partir de allí, Arya cambia completamente, iniciando su camino para convertirse en una asesina perfecta y elabora su lista de nombres, víctimas que deberá ajusticiar por mano propia.

Si bien no logra tacharlos a todos, a algunos sí y hasta se han convertido en algunos de los momentos más satisfactorios del show. ¿O acaso alguien puede negar que la muerte de Walder Frey no fue celebrada por cada fanático de Game of Thrones, que puede repetir las palabras de Arya con los ojos cerrados: “Mi nombre es Arya Stark. Quiero que lo sepas. Lo último que vas a ver es a una Stark sonriéndote mientras mueres.”

Claro que Arya no es la única que tiene deseos de venganza en Game of Thrones. Cersei, otra de las mujeres fuertes del show, amada y odiada en partes iguales, ha sabido también llevar a cabo la suya de forma espectacular, por ejemplo cuando decide volar por los aires el Gran Septo de Baelor, luego de sufrir toda clase de humillaciones por parte de los religiosos que seguían al Gorrión Supremo.

Por otro lado, si pensamos en el breve paso que tuvo Pedro Pascal por Game of Thrones, interpretando a Oberyn Martell, sus movimientos y los de su familia también siempre estuvieron relacionados con la venganza: el personaje de Pascal decide ayudar a Tyrion solo porque les debía una venganza a los Lannister. Su propia muerte, luego, pone también a girar los engranajes de su viuda, que utiliza la muerte de Myrcella Lannister para hacer justicia por mano propia.

Sin embargo, aunque hay muchísimos ejemplos de venganza en Game of Thrones, quizás el más polémico y recordado es el de Daenerys Targaryen. La heroína del show, la niña sin nada que vimos crecer y convertirse en una líder política a la que pueblos enteros eran capaces de seguir a lo largo y a lo ancho del mundo, destruye todo su futuro al encontrarse cara a cara con la ciudad que desterró a los suyos.

Para Daenerys, la llegada a King’s Landing fue el desatar de una venganza que no imaginábamos todavía ardía en su interior. Una vez allí, intentando ocupar su legítimo lugar en el trono, Daenerys ve materializadas todas sus frustraciones, todos sus pesares. Encuentra a las puertas de la ciudad, con una Cersei resistente, la chispa que enciende su fuego valyrio y decide vengarse contra todo y contra todos.

¿Es la locura Targaryen lo que posee a Daenerys en ese momento? ¿O es simplemente una venganza por siglos pospuesta, un trauma generacional que lleva grabado en la sangre y que, luego de tanto esfuerzo, saca lo peor de ella y destruye su única posibilidad de pasar de página?

Una cosa es clara: como ya hemos visto a lo largo de los diversos artículos de esta semana, la venganza es una parte fundamental de la naturaleza humana. La llevemos a cabo o no en nuestras vidas cotidianas, de manera espectacular o con pequeñas venganzas imperceptibles, estamos obsesionados con la idea de hacer justicia como mejor nos parezca. Quizás por eso, el universo de Game of Thrones, que sin la venganza directamente creo yo no existiría, es tan exitoso.