Pascal Laugier ha dicho durante varias entrevistas que “Mártires” fue un guion que escribió en un periodo destructivo y depresivo de su vida y que fue la forma de expresar el miedo y horror que siente por la decadencia actual en el mundo, argumentando que el mal ha triunfado sobre el bien desde hace mucho tiempo y que, esta película fue el camino para exorcizar esos miedos, pero también al mismo tiempo poder hacer una denuncia al mundo occidental de la propia decadencia.
Mártires en voz de su propio director existe gracias a “Hostal” de Eli Roth al querer hacer una película acerca del dolor humano y terminó perteneciendo a la corriente del nuevo extremismo francés que existía ya desde la década de los noventa hasta los dos mil. “Hostal” de Eli Roth es considerado como el primer body horror moderno y una forma de cine de explotación para las nuevas generaciones y aunque no llega a las notas de horror que muchos críticos expertos del género dicen, Eli Roth ha pasado a la historia como un gran exponente de la nueva corriente de cine de explotación.
“Mártires” en 2008 fue estrenada dentro del Festival de cine de Cannes. La recepción fue un tanto dividida y aunque algunos críticos la catalogan como una obra política y subversiva en sí sola, no tuvo mucho éxito comercial. En occidente los derechos de distribución los había adquirido Bob Weinstein sin haberla siquiera mirado. El productor se arrepintió de haberlos adquirido cuando vio la película y se horrorizó del brutalismo físico y sexual que existe en contra de todos los personajes. La película solamante fue lanzada en DVD (formato casero).
Años después, Jason Blum adquirió los derechos en un contrato ventajoso y realizó un remake en 2015, versión que desagradó al director francés y demandó para tener los derechos de vuelta con el. ¡Todo un calvario de industria!
Por eso, Mártires de Pascal Laugier.
Siempre trató de ver todo tipo de cine. El que me reta en muchas formas: intelectual, física y emocionalmente, son los que siempre me forzó a ver. “120 días de Sodoma” de Pier Paolo Passolini me dejó un sabor de boca amargo y descubrí que no es el cine que quería ver, no obstante el oficio de reseñar, pero también de descubrir y apreciar, me lleva muchas veces por caminos oscuros que sé debo recorrer.
Soy fan del horror, del terror y de las cosas sobrenaturales y no tengo problema con ver una película como lo hecho por Passolini, pero solo para entender la referencia.
“Mártires” de Pascal Laugier se centra en dos tipos de horror: el físico y psicológico. Los dos son igual de brutales con sus personajes. El director logra realizar una obra cinematográfica no solo fatalista en términos emocionales y físicos, también desesperanzadora acerca de los límites que los propios seres humanos somos incapaces de crear para destruir a otro ser humano. Podríamos pensar que ese tipo de violencia no existe pero, nuestra ignorancia selectiva nos hace no querer aceptar que somos, como especie, capaces de todo.
Me gustaría relacionarlo un poco con la violencia que vivimos en México hoy en día donde, grupos criminales reclutan gente para entrenarlos en violencia, asesinato y tráfico de drogas. Una nueva forma de insensibilización masiva es utilizada para poder sembrar en estos jóvenes en su mayoría, una deshumanización. Desde siempre hemos sabido de la crueldad del crimen organizado en sus formas para matar gente: licuado de cuerpos, desmembramiento e incineración, etc. Nunca sabremos que fue lo que pasó con miles de gentes desaparecidas que sus restos fueron encontrados en fosas comunes recientes en Jalisco. ¡Nunca!
Por eso, “Mártires” se convierte en una película relevante y su género de extremismo francés apenas le queda como anillo al dedo y aún así, creo que vemos una película que se aleja de lo real porque, siempre la realidad supera la ficción.
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