Pasaron cinco años para que la tercera parte de Creed pudiese llegar a las salas de cine, y fue su protagonista Michael B. Jordan, quien luchó porque el proyecto pudiese concretarse. Es así que tomó las riendas como director, lo cual fue un reto por el hecho de impregnar su estilo y a la vez un sentimiento de triunfo tal como él lo explica.
“Creo que una de las grandes cosas es no preocuparte por encontrar tu voz, no puedes pensarlo, tienes que hacerlo e instintiva y naturalmente, tu voz se convertirá en tu voz”, remarcó B. Jordan. “Tu estilo, tono, creo que incluso la película tiene mi esencia por todos lados, pero al principio, muy al inicio lo pensé: ‘Dios mío, ¿cómo será? No lo sé’, pero algunos de los mejores consejos que recibí fue: ‘No pienses en eso, solo trata de contar la verdad y de contar tu verdad con la historia’“.