Aunque el mundo la conoce por su música, la cantante nacida en Pensilvania también ha explorado el cine, es así que ha dejado huella en diferentes géneros, desde comedias románticas hasta adaptaciones literarias y musicales.
Su presencia, aunque no siempre en papeles extensos, ha demostrado su capacidad para adaptarse a personajes diversos y sorprender a sus fans.
Más allá de sus documentales, conciertos grabados y demás contenidos, las películas de Taylor Swift sólo demuestran su versatilidad artística y su impacto cultural en todas las generaciones.
Día de los Enamorados es una comedia romántica coral dirigida por Garry Marshall, Swift interpretó a Felicia, una estudiante dulce y un poco excéntrica que vive una historia de amor adolescente junto a Taylor Lautner.
Su participación fue breve, pero suficiente para mostrar su naturalidad y sentido del humor en pantalla, además de tener una relación amorosa con su co-protagonista.
En Lorax, Taylor prestó su voz a Audrey en esta película animada basada en el libro del Dr. Seuss. Audrey es una joven soñadora que inspira al protagonista a recuperar la naturaleza perdida. Aunque sólo fue un trabajo de doblaje, marcó su primera incursión en el cine animado.
En el drama distópico, El Dador de Recuerdos, Swift interpretó a Rosemary, un personaje clave para entender los secretos y las emociones ocultas en la sociedad de la película.
Su papel, aunque breve, fue uno de los más serios y dramáticos de su filmografía, en el que sorprendió a más de uno con su interpretación.
En la adaptación del afamado musical de Andrew Lloyd Webber, Cats, Taylor Swift se transformó en Bombalurina, una gata segura de sí misma que interpreta el número ‘Macavity’.
Ya sabemos que la película no fue tan aclamado por la crítica, theatre kids, cinéfilos ni nada por el estilo, pero algo que nadie puede negar es que Swift brilló con una actuación llena de carisma y un número musical hecho a su medida.
En la película de David O. Russell, Amsterdam, Swift interpretó a Liz Meekins, cuyo trágico destino desencadena la investigación principal.
Su escena, breve pero intensa, generó uno de los momentos más comentados de la película en redes sociales. Sí, aunque sea cine, la güera sabe cómo generar ruido en redes.
Pero, la relación de la cantante con el cine no se limita a estar frente a la cámara. En 2021, sorprendió con All Too Well: The Short Film, una producción escrita y dirigida por ella que funcionó como acompañamiento de la versión extendida de su icónica canción.
El cortometraje, protagonizado por Sadie Sink y Dylan O’Brien, fue aclamado por su estilo visual y narrativa emocional, consolidando a Taylor como narradora también en lenguaje cinematográfico.
Además, su enfoque visual ha estado presente en la forma en que dirige y conceptualiza sus videoclips, muchos de ellos con estética y estructura de cortometraje. Taylor ha sabido trasladar su talento como compositora a una sensibilidad audiovisual que convierte cada proyecto en una experiencia inmersiva.
Más allá de sus papeles y proyectos, las películas de Taylor Swift, ya sea en actuación o dirección, han llevado al cine su capacidad innata para narrar emociones. Sus películas y trabajos visuales son una extensión de lo que hace en su música: construir mundos, darles voz y conectar con su audiencia a través de historias que quedan en la memoria.