Películas o series: ¿dónde está el verdadero futuro de Star Wars?

Tras la trilogía secuela protagonizada por Daisy Ridley como Rey, muchos pensaron que la franquicia creada en los 70 por George Lucas ya no tenía futuro. Sobre todo, porque fue una trilogía con muchos tropiezos en su historia, desde la monotonía de la primera hasta las inconsistencias de la tercera. Sin embargo, la franquicia, con 45 años de existencia, supo reinventarse con la llegada de su primera serie de acción real, The Mandalorian.

Mucho se ha hablado de que Grogu, el pequeñín verde de la raza del gran maestro Yoda, fue quien salvó a la franquicia gracias a la ternura que derrocha con sus enormes y tiernos ojos, pero la reinvención del universo de Star Wars va mucho más allá de un solo personaje.

Es verdad que no hay nadie (o casi nadie) que no sepa quién es Grogu (o Baby Yoda) a estas alturas. Hayan visto la serie o no. Este personaje ya forma parte de la cultura pop. Está en memes y hasta en la sopa. Sí, es todo un éxito. Pero gran parte de ello se debe a su relación de hijo-padre con Mando, nuestro querido Pedro Pascal.

También hay que tener en cuenta que The Mandalorian llegó en una época brillante para la televisión, una época donde varias plataformas streaming coexisten (o luchan por coexistir) y en la que directores y actores de renombre están volteando a la pantalla chica cada vez más, pues han encontrado en este formato una manera distinta de crear historias, enganchar al público durante más tiempo y ganar premios.

Tras ese contexto, es correcto preguntarnos ¿Dónde está el verdadero futuro de Star Wars? ¿Series televisivas o películas? Para mí, la respuesta definitiva, serían las series. Claro, solo si Dave Filoni y Jon Favreau siguen supervisando este universo. Con The Mandalorian, ya han demostrado que es posible expandir la franquicia más allá de la familia Skywalker, algo que definitivamente entorpeció a la trilogía precuela, pues se valía de la nostalgia por los personajes y lugares ya conocidos en vez de un buen guion para comprar a su público.

Gente que no era tan fan de Star Wars, se acercó por primera vez a este universo gracias a The Mandalorian. No se trataba ya de la familia Skywalker y la estrella de la muerte número mil, sino de una historia nueva, un personaje nuevo y misterioso en planetas inexplorados. Claro, con elementos característicos y amados de Star Wars.

Su éxito también se debe al equipo creativo detrás de él, lleno de directoras y directores reconocidos como Bryce Dallas Howard, Taika Waititi, Peyton Reed, Robert Rodriguez, por nombrar algunos. Y de guionistas como Favreau y Filoni. Personas que crecieron viendo la trilogía original y que comparten su amor por la saga. Además de que se nota que tienen claridad de hacia dónde quieren llevar este universo.

Sinceramente, creo que la franquicia no podría sobrevivir a otra trilogía secuela basada en los Skywalkers. Pero, como sabemos, la franquicia volverá a la pantalla grande próximamente. Solo que esta vez tendremos a Waititi y Patty Jenkins como directores de dos películas que parece que se alejarán de lo que hemos visto hasta ahora. Esas películas serán la prueba para saber si la saga aún tiene cabida en el cine o no. Después de todo, Rogue One sí pudo hacerlo y hasta tendrá un spin-off televisivo. ¿Cuál fue la diferencia? Que al igual que The Mandalorian, tomaron riesgos, no solo con la inclusión de nuevos y bien desarrollados personajes, sino con la historia más desgarradora hasta el momento, una que nos muestra realmente las consecuencias de una guerra y los sacrificios que se hacen por un futuro mejor y en libertad.

En resumen, si Disney y Lucasfilm son capaces de recrear la magia de The Mandalorian en los cines, entonces, y solo entonces, se podría decir que el futuro de la saga podría estar en la pantalla grande. Pero, por el momento, el futuro brillante lo prometen las series que ya se estrenaron y las que están por llegar como Ashoka y Andor.