Hace seis años atrás se estrenaba Please Like Me, una serie australiana que, con solo cuatro temporadas, podemos decir que es una predecesora de otras muy exitosas como la más novedosa, Sex Education.
Mucho de su éxito, Please Like Me se lo debe a su protagonista, Josh, interpretado por Josh Thomas, también creador del show.
En los primeros minutos de Please Like Me conocemos a Josh en uno de los momentos más extraños de su vida: su novia Claire lo está dejando, argumentando que cree que él es gay. Con esta revelación, Josh tiene que hacerse cargo de su realidad y aprovecha la oportunidad para salir del clóset. Así, comienza su nueva vida.
Josh se enfrenta a su nueva con muchísimo humor: bromas autocríticas, citas bizarras y todo tipo de escenas delirantes acompañarán a este personaje en su búsqueda del amor.
Por supuesto, Josh no está solo: Claire, a pesar de terminar con él, se convierte en una de sus mejores amigas. Además, tiene a Tom, con quien vive. Y, por supuesto, su familia. Su padre y su madre, divorciados, y su tía May. Todos acompañan a Josh en su recorrido.
Son esos vínculos los que nos hacen querer a Josh, quien, a decir verdad, es bastante egoísta. Su relación con su madre, quien sufre de depresión y ha atentado contra su vida, es uno de los puntos fuertes en su vida. A pesar de todos sus defectos, de su sarcasmo y de su falta de tacto, Josh está siempre junto a ella, intentando ayudarla.
Lo mismo sucede con Claire, con quien, luego de tantos años, Josh tiene un vínculo muy especial. ¿O acaso no todos quedamos conmovidos cuando Josh la acompaña a realizarse un aborto?
Por supuesto, también está Arnold. El gran amor de Josh. Con una historia bastante problemática, Arnold también ayuda a Josh a crecer. El amor entre ellos nos arrancó más de un suspiro y, aunque no terminan juntos, sabemos que les cambió la vida a ambos.