Todas las referencias culturales del éxito de HBO

La serie de ciencia ficción y western que transmite la cadena HBO se destaca por invitar a la audiencia a analizar la existencia del ser humano desde distintos puntos de vista sociológicos y filosóficos. Esta ficción, que muchos ya han considerado como la gran sucesora de Game of Thrones, presenta una multitud de referencias que van desde la literatura clásica hasta los tanques cinematográficos establecidos como iconos indiscutibles de nuestra cultura pop.

Acompáñanos a descubrir todas aquellas alusiones y paralelismos de una de las ficciones de mayor nivel de la actualidad.

El Hombre de Vitruvio es la imagen representativa de la serie. El dibujo que el artista renacentista dio a conocer en 1490 plasma las proporciones ideales del cuerpo humano. Lleva el nombre de Vitruvio, arquitecto de la antigua Roma, quien en su obra bautizada De Architectura describe la figura humana como pieza esencial para la simetría de la arquitectura. En la actualidad, la ilustración de Da Vinci sigue siendo objeto de estudio por su importancia en el desarrollo del pensamiento occidental.

El famoso cuadro de La Creación también tiene su aparición en la serie. En uno de los episodios, Robert Ford le enseña la pintura a Dolores y le explica el detalle oculto de aquella escena bíblica donde Dios le otorga vida al primer ser humano. En la obra, Dios parece estar siendo transportado por medio de una extraña nube de color rojiza. Sin embargo, muchos años después los científicos han advertido que se trataba de la forma del cerebro humano. Como explica el Dr. Ford en la serie: “el mensaje es que el regalo divino no viene dado por un ser superior, sino por nuestras propias mentes.”

Westwold y Jurassic Park son parques temáticos creados para el disfrute humano. Ambos son diseñados gracias al aporte de la ciencia para crear robots que imitan humanos o, en el caso del film de Spielbierg, traer de vuelta a la vida a los dinosaurios. Pero tanto a la corporación detrás de la experiencia Westworld como a los fundadores del parque jurásico, sus creaciones se les terminan yendo de las manos, poniendo en peligro la integridad de los clientes y trabajadores.
Westworld se encarga de homenajear a la icónica película en una escena de la primera temporada, cuando Felix trata de reanimar a un pájaro robot. Aquello es un guiño al momento en el que el fundador del parque, John Hammond, observa como un dinosaurio recién nacido intenta romper el cascarón.

La trilogía de las hermanas Wachowski mostraba como los seres humanos vivían inconscientemente en una realidad ficticia. Aquel sistema virtual, conocido como la Matrix, fue creado por las maquinas para poder explotar a los humanos como fuentes de energía. Podríamos decir que en Westworld, las cosas funcionan al revés: son los robos humanoides quienes se encuentran en un mundo de fantasía, sin poder percatarse de ello. Ellos desconocen que afuera de ese parque existe un universo real, que en el caso de Matrix tiene por nombre Zion. Los robots del parque temático son controlados y manipulados, al igual que sucede en la película con los humanos gobernados por la inteligencia artificial.

Antes de sumergirse en Westworld, Jonathan Nolan y J.J. Abrams habían trabajado en conjunto en el drama de ciencia ficción Person of Interest, finalizado en 2016 tras 5 temporadas. En la serie se encontraba La Maquina, una AI utilizada por el gobierno de Estados Unidos para predecir ataques terroristas. A pesar de que La Maquina es más bien un sistema virtual y no comparte aquellas características físicas que hacen tan humanos a los androides de Westworld, ésta también posee cierta personalidad. Su creador, Finch, le proporciona a La Maquina un entrenamiento emocional que evoluciona a partir de su vínculo con las personas.

La adaptación cinematográfica de la novela de Philip K. Dick titulada ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? describe un universo futurista donde se pueden fabricar humanos a través de ingeniería genética. Estos sofisticados robots, llamados “replicantes”, son de carne y hueso, idénticos a los anfitriones de Westworld, y casi imposible de distinguir de los humanos. A ellos también se les implantan recuerdos falsos, poseen sentimientos y están destinados a un cumplir un rol especifico. Los encargados de diseñarlos trabajan para Tyrell Corporación, una compañía que al igual que Delos, está dirigida por su siniestro fundador, el Dr. Eldon Tyrell.

La serie basada en la saga de George R.R. Martin es, junto a Westworld, las ficción más ambiciosas de HBO. Ambas series ocurren en diferentes espacios territoriales inabarcables, todos dentro de un mismo cosmos. Los pueblos están ambientados en épocas distantes y son caracterizados por la lucha de poder, el sexo y la violencia sin límites. Sin duda, Westworld es una digna heredera de la exitosa fantasía medieval.

“Los placeres violentos poseen finales violentos”, es una de las frases más escuchadas durante la primera temporada de la serie. Aquella pertenece a la trágica obra Romeo y Julieta, escrita por Shakespeare en 1597. El primero en pronunciarla es Peter Abernathy, el padre de Dolores, quien en su narrativa anterior había sido programado para ser un profesor de literatura. Y no es la única dicha por este personaje. En otra escena, Peter exclama: “el infierno está vacío y todos los demonios están aquí”, cita que pertenece a un pasaje de la obra La Tempestad. Otros personajes como Robert Ford también utilizan frases de este clásico autor para profundizar sobre la muerte y la catástrofe inminente.

Westworld está basada en la película homónima de 1973 dirigida por el novelista Michael Crichton, autor de Jurassic Park y de otras reconocidas obras llevadas a la pantalla grande. Si bien la serie mantiene la premisa original, existen algunas modificaciones que le otorgan una profundidad más filosófica al conflicto entre robots vs. humanos. En el sexto capítulo de la primera temporada, cuando Bernard se inmiscuye en el sótano abandonado de la compañía en busca de respuestas, podemos ver un guiño al famoso personaje de El Pistolero de Negro, quien fuera la génesis de Terminator.

Jonathan Nolan parece haber tomado también alguna que otra influencia de la filmografía de su hermano, Christopher, para la recreación de este universo. Uno de los principales paralelismos que podemos hacer entre Memento (2000) y Westworld tiene que ver con la estructura narrativa no lineal. Sabemos que en el filme la historia comienza con el final. Al igual que el protagonista de la película, los anfitriones tampoco pueden recordar quienes fueron en sus historias pasadas y ninguno es, lo que podríamos llamar, un “narrador confiable”. Mientras que Leonard en Memento se tatuaba para poder recordar, la prostituta Maeve dibuja unos extraños sujetos que ella piensa que son dioses, cuando en realidad se trata de los científicos de la corporación.

Como ya sabrán, el creador de Lost, J.J. Abrams es el productor ejecutivo de la serie de Nolan y Joy. Pero las similitudes con la popular ficción finalizada en 2010 van mucho más allá. En Lost, los pasajeros del vuelo 815 de Oceanic sobreviven en una misteriosa isla cuya ubicación no es especificada. Recientemente, la temporada 2 de Westworld nos dio a entender por medio de uno de sus nuevos personajes que el parque temático también está emplazado en una isla, al parecer cerca de China. Ambas islas son controladas por una poderosa organización: En Lost se trataba de la Iniciativa Dharma, mientras que aquí tenemos a Delos Corporation.
Lost y Westworld son series que plantean grandes interrogantes de la humanidad, preguntas existenciales, al mismo tiempo que invitan al público a desarrollar y debatir sus teorías en torno a una trama laberíntica y llena de misterios.

La protagonista de la serie, Dolores Abernathy, es un calco de Alicia, la niña del famoso cuento infantil escrito por Lewis Carroll. Su largo cabello dorado y el clásico vestido azul que lleva puesto en los primeros episodios, dan cuenta de ello. Pero Dolores y Alicia no solo se parecen por su apariencia, ambos personajes son introducidos en un peligroso mundo de fantasía que tiene como fin su autodescubrimiento. Este es el pasaje del libro que le lee Bernard a Dolores: “Me pregunto si he cambiado en la noche. Déjame pensar. ¿Era la misma persona cuando me levanté esta mañana? Casi pienso que puedo recordar sentirme un poco diferente. Pero si no soy la misma, la siguiente pregunta es: ¿Quién soy en el mundo? ¡Ese es el gran puzzle!.”

No hay película o novela de ciencia ficción protagonizada por androides que no tenga como fuente principal las famosas tres leyes de la robótica de Asimov. Ella son:
1-Ningún robot causará daño a un ser humano o permitirá, con su inacción, que un ser humano resulte dañado.
2-Todo robot obedecerá las órdenes recibidas de los seres humanos, excepto cuando esas órdenes puedan entrar en contradicción con la primera ley.
3-Todo robot debe proteger su propia existencia, siempre y cuando esta protección no entre en contradicción con la primera o la segunda ley.

Podríamos decir que a medida que avanza la trama, Westworld se encarga de romper todas estas leyes.

La madre de todas las series ha sido inspiración para las demás ficciones televisivas que supieron trasladar los elementos cinematográficos a la pantalla chica, complejizando sus tramas e invitando al público a ser un espectador activo. Al igual que la serie de David Lynch y Mark Frost, Westworld nos muestra un universo idílico, apartado del mundo, que esconde misterios alrededor de sus personajes y la mitología del lugar. La protagonista también es una mujer víctima de los horrores del patriarcado y la violencia machista y es a partir de su caso que se produce una revolución en el lugar.

Cuando a Nolan le preguntaron sobre las referencias de su nueva ficción, allá por 2016, el director explicó que muchas de ellas tenían su origen en los videojuegos. Red Dead Redemption pertenece al género de acción y aventura y se encuentra ambientado en el salvaje oeste. La historia sigue a John Marston, un antiguo forajido que ante la amenaza de los agentes federales a su familia se ve obligado a tomar las armas y emprender una caza contra la banda de criminales integrada por sus ex amigos. El juego se caracteriza por poseer un amplio escenario con elementos sumamente realistas y, al igual que se les ofrece a los huéspedes de Westworld, existen incontables posibilidades para recorrer el camino de la forma en que uno lo desee.

Quizás, la primera referencia que se nos venga a la cabeza cuando pensamos en el espectáculo de HBO sea nada menos que el clásico de Aldous Huxley.  Existen claros paralelismos entre el mundo de Huxley y Westworld y algún que otro guiño que la serie se ha encargado de colocar. En principio, el Dr. Robert Ford posee el mismo apellido que el fundador de la compañía de motores y padre de las cadenas de producción: Henry Ford. En la novela, Ford resulta una de las figuras centrales en la construcción de este mundo tecnológico y, a simple vista, utópico.  Otro de los nombres significativos es el de Bernard Marx, el psicólogo Alfa del libro. Podríamos decir que el Bernard de Westworld también tiene un rol parecido, sobre todo en sus charlas con Dolores. A pesar de pertenecer a la casta más alta de la sociedad, el personaje de la novela sufre debido a un error durante su incubación que lo hizo más pequeño que los humanos de su casta, además de concederle una inteligencia superior que lo vuelve inadaptable. En Westworld, la creación de Bernard también presenta una falla que le otorga conciencia sobre su entorno y disgusto por lo que la compañía ha hecho con los robots. 

No podemos obviar que la familia americana más longeva de la televisión ha representado la cultura pop como ningún otro dibujo animado, además de haber predicho los eventos más impensados de nuestra sociedad. ¿Recuerdan el episodio de la décima temporada donde el abuelo Abe Simpson sufre la explosión de sus riñones luego de viajar con la familia a una ciudad turística del lejano oeste? Pues, en aquel parque de atracciones también contamos con la presencia de robots disfrazados de vaqueros programados para simular enfrentados armados. Dentro del antiguo bar también hay un androide que hace de pianista y hasta robots bailarinas.