Cuando se piensa en Robert De Niro, la imagen que suele venir a la mente es la del actor intenso, casi intimidante, que brilló en dramas criminales y thrillers como Taxi Driver, Toro salvaje o Buenos muchachos. Sin embargo, el ganador de dos premios Óscar ha demostrado en repetidas ocasiones que su talento trasciende el drama, siendo capaz de dominar también la comedia en todas sus variantes: desde la sátira política y el humor negro hasta la comedia romántica y familiar.
Con motivo de su cumpleaños número 82 este 17 de agosto, repasamos ocho comedias esenciales en la filmografía de De Niro, que muestran su versatilidad y su capacidad para reírse —y hacernos reír— sin perder la intensidad actoral que lo caracteriza.
1 El rey de la comedia [The King of Comedy] (1983)
Dirigida por Martin Scorsese, esta comedia negra fue en su momento un fracaso comercial, pero hoy es considerada una obra maestra adelantada a su tiempo. De Niro interpreta a Rupert Pupkin, un aspirante a comediante que roza lo patético, obsesionado con conseguir un espacio en el programa de su ídolo televisivo. La actuación de De Niro es una clase magistral de incomodidad y sutileza, alejándose de su imagen de tipo duro para encarnar a un hombre desesperado, pero extrañamente entrañable. Su humor no viene de los chistes, sino de la incomodidad y el absurdo de la situación, anticipando el tipo de sátira social que décadas después inspiraría a películas como Joker.
2 Fuga a la medianoche [Midnight Run] (1988)
En esta comedia de acción dirigida por Martin Brest, De Niro se aleja del drama para dar vida a Jack Walsh, un cazarrecompensas que debe trasladar a un contable fugitivo (Charles Grodin) a través del país. La química entre ambos es explosiva: Grodin encarna la calma irónica y De Niro el sarcasmo irritado. El humor surge tanto de los diálogos ágiles como de las situaciones absurdas que enfrentan en su travesía, consolidando Fuga a la medianoche como una de las mejores “buddy movies” de los 80.
3 Escándalo en la Casa Blanca [Wag the Dog] (1997)
Un año antes del escándalo Lewinsky, esta película de Barry Levinson imaginaba un gobierno inventando una guerra ficticia para distraer a la opinión pública de un escándalo sexual presidencial. De Niro interpreta a un experto en manejo de crisis que, junto con un productor de Hollywood (Dustin Hoffman), fabrica un conflicto bélico ficticio para manipular a los medios. Su humor es afilado, más de sonrisa que de carcajada, y la película, vista hoy, resulta tan inquietante como divertida por su capacidad de anticipar la era de las fake news.
4 Analízame [Analyze This] (1999)
De Niro retomó su imagen de mafioso, pero con un giro cómico brillante. En esta comedia de Harold Ramis interpreta a Paul Vitti, un capo que empieza a sufrir ataques de pánico y acude a un terapeuta neurótico (Billy Crystal). El contraste entre la brutalidad del personaje y su vulnerabilidad emocional genera situaciones hilarantes. La película juega con la idea de desarmar al arquetipo del “gángster de hierro” que De Niro había inmortalizado en el cine, convirtiéndolo en un hombre que necesita llorar… pero no sabe cómo.
5 La familia de mi novia [Meet the Parents] (2000)
Aquí De Niro redefine lo que significa ser un suegro intimidante. Como Jack Byrnes, exagente de la CIA y padre sobreprotector, somete al pobre Greg (Ben Stiller) a una serie de pruebas y humillaciones que van de lo incómodo a lo ridículo. La película es una exhibición de timing cómico: De Niro controla cada gesto, mirada y pausa para exprimir la incomodidad. El éxito fue tal que dio pie a dos secuelas, aunque ninguna superó la frescura de la original.
6 Los juegos del destino [Silver Linings Playbook] (2012)
En esta cinta de David O. Russell, De Niro interpreta a Pat Sr., un padre supersticioso y obsesionado con su equipo de fútbol americano. Aunque la película es más un drama con tintes cómicos, su papel está lleno de humor tierno y humanidad. De Niro logra que las manías de su personaje resulten encantadoras, y su química con Bradley Cooper y Jennifer Lawrence aporta calidez a una historia sobre segundas oportunidades y resiliencia emocional. Su actuación incluso le valió una nominación al Óscar.
7 Pasante de moda [The Intern] (2015)
En esta comedia dirigida por Nancy Meyers, De Niro se aleja por completo de la intensidad para interpretar a Ben Whittaker, un viudo de 70 años que se convierte en becario de una startup de moda dirigida por Anne Hathaway. Con su calma, elegancia y sentido común, Ben se convierte en mentor de todo el equipo, mientras aprende nuevas formas de ver la vida. Aquí, De Niro demuestra que el humor también puede venir de la serenidad, y que no necesita gritar ni intimidar para robarse la pantalla.
La carrera cómica de Robert De Niro es una lección de que un actor no tiene que encasillarse en un solo género para brillar. Desde la sátira corrosiva de El rey de la comedia hasta la calidez de Pasante de moda, ha sabido reírse de sí mismo, de su imagen pública y del mundo que lo rodea.
Su secreto parece ser el mismo que aplica en el drama: tomarse en serio cada papel, por absurdo que sea, y entregarse por completo al personaje. Esa honestidad, sumada a un impecable sentido del timing, es lo que convierte a sus comedias en algo más que simples películas para pasar el rato: son retratos de un actor que no teme reinventarse.
En su cumpleaños número 82, vale la pena recordar que Robert De Niro no solo es un ícono del cine serio, sino también un maestro del humor en todas sus formas.