El género terror no es para todos, más allá que la cultura pop reconozca constantemente a sus los monstruos, asesinos y malhechores. Gran parte de la sociedad conoce las “caras” de Jason o Mike Myers y quizás no vieron Halloween o Viernes 13. Y de esa partida es Ghostface de Scream.
En este artículo me pongo en la piel de esas personas y quiero hablar de Scream 2022, cómo hace para pasar del terror novedoso a la carcajada más sincera.
Me enfrento entonces a la cinta como si fuera una más de terror, común y corriente, y mis expectativas serían superadas con creces. Scream 2022 es una parodia extremadamente inteligente de sí misma y de todos los demás reinicios recientes que hemos visto en los últimos años.
Durante toda su serie, los personajes de Scream intentan seguir las reglas de las películas de terror; son conscientes de los tropos de terror. En Scream 2022 sucede algo mega genial: tienen autoconciencia de los tropos presentes en los reinicios actuales. Hay un monólogo completo en el que un personaje explica las reglas de los “requals”, o sea, reinicios y secuelas; en el mismo se escuchan bromas sobre cómo debe haber algo de originalidad pero nada demasiado original para irritar a los fans. Ese humor autoconsciente de Scream 2022 no es recae solamente sobre Hollywood sino que también es una crítica a las audiencias cinematográficas. La película bromea con los fandoms y lo ofendidos que pueden sentirse ante sus franquicias preferidas cuando los estudios producen películas horribles sacando provecho de propiedades intelectuales populares.
La película se burla de la audiencia, sí, tanto a través de diálogos conscientes o bromas visuales, como la repetición de una toma de terror básica que se usa constante sin “recompensa”, digamos. Scream 2022 pasa entonces de ser una cinta de terror para recaer en el humor más puro, cosa que a los fanáticos de los slashers y las películas de terror no les gustará para nada cuando se den cuenta.
La queja general hacia las películas de terror es que la violencia y el gore empleados son crueles por demás, excesivos, sin sentido, dejando de dar miedo, volviéndose visualmente desagradables. El gore puede ser una poderosa herramienta visual cuando se emplea correctamente. Si bien no diría que su uso de sangre sea excelente, Scream 2022 emplea su violencia de manera competente, especialmente para la típica película de terror ampliándose con ese humor único. A raíz de esto, es difícil ignorar la hipocresía al criticar este tipo de apropiación efectiva cuando uno mismo se aprovecha de una propiedad intelectual conocida. O sea, entiendo la bronca de los fans acérrimos del slasher, pero abrirse a nuevas ideas es lo más sano.
Scream 2022 es un momento alegre para los aficionados a la cultura pop. Si bien la película no es brillante, tiene ingenio y encanto, y sirve como una excelente crítica de un subgénero que, en la cultura moderna, acaba de empezar.
