En el fútbol hay un dicho que reza: “equipo que gana, no se toca“, y el equipo David Tennant – Michael Sheen ya demostró en Good Omens que funciona. Por eso, era inevitable que nos gustara la idea de Staged ni bien nos enteramos que estos dos actores británicos volvían a reunirse, esta vez para una serie bastante particular que se injerta en un contexto mundial bastante complejo: el mundo en plena pandemia COVID-19.
Escrita por Simon Evans, producida por Infinity Hill y estrenada en BBC One, la serie se lanzó el 10 de junio con seis episodios de aproximadamente 15 minutos cada uno.
Staged nos presenta a David Tennant y a Michael Sheen haciendo de sí mismos, confinados como mucho de nosotros en sus hogares, con sus familias, con las únicas salidas posibles a sitios de cercanía, en plena pandemia. Los actores, que tenían sus agendas llenas de proyectos, se encuentran en una especie de pausa, sin rumbo, conversando sobre la vida misma a través de videollamadas. Convocados por Simon, un director con el que iban a llevar adelante una obra de teatro, a ensayar por este mismo medio, los actores se empiezan a enfrentar a un montón de dificultades no solo de la misma producción, sino de la adaptación del proyecto a los tiempos que corren, a sus propias frustraciones por el contexto en el que viven y nos permiten un pequeño vistazo a su intimidad con sus familias en sus hogares de Londres y Gales, respectivamente.
La química de Tennant y Sheen es innegable. La disfrutamos con sus Crowley y Aziraphel en Good Omens y la volvemos a disfrutar en Staged. Si bien la serie, por supuesto, es una ficción y tiene guiones, los actores no tienen problema en reconocer que muchas veces sus verdaderas personalidades salían a la luz. Además, podemos ver a sus esposas también participar de todo este proceso, Georgia Tennant, quien también es productora, y Anna Lundberg.
Es muy interesante también lo dinámica que es la serie a pesar de las limitaciones que el mismo formato le confiere. Cada vez que vemos a los actores es a través de una videollamada, excepto rarísimas excepciones. La serie se completa con escenas preciosas del Reino Unido, que nos van anunciando a quién veremos a continuación.
Además, Staged se nutre de muchos recursos para hacernos reír. No solo la química de Tennant y Sheen ayudan, la serie se nutre de la dinámica de teléfono descompuesto, de cameos inesperados y emocionantes, y de aprovechar al máximo todo lo que tiene a disposición para continuar con la comedia. Presten especial atención a los créditos porque no tienen ningún desperdicio.
Como si esto fuera poco, la serie también se adentra en las penurias de vivir de este modo: no solo la falta de grandes propósitos aquejan a estos actores, sino también la necesidad (imposible) de acompañar a sus seres queridos en situaciones difíciles estará presente.
Staged es una opción maravillosa para los tiempos que corren, un bálsamo de risa entrañable para hacernos olvidar del caos que reina en el mundo desde que apareció este nuevo virus para cambiarnos la vida para siempre. Con solo seis episodios, nos hace sentirnos menos solos, no importa cuán aislados debamos estar.
