Una extraordinaria Iman Vellani hace que The Marvels sea lo mejor del UCM en los últimos tiempos

Pareciera que ya tendríamos suficiente del cine de superhéroes con los fracasos taquilleros de este último año. Marvel ha tenido una caída estrepitosa y Disney reportó un déficit de 890 millones de dólares después de una serie de estrenos como Thor: Love and Thunder, Black Panther: Wakanda Forever, Ant Man: Quantumania y Guardians of the Galaxy 3. Con esto en mente, hablemos de The Marvels.

Nia Da Costa es una directora novel con un estilo visual que comenzó a desarrollar con Candyman, donde se notaba una visión actoral dentro del cine de género. Poco tiempo pasó para que Marvel la reclutara y le ofreciera una película dentro del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM). Esto que hace Disney de tomar directores nuevos en la industria para poder ocuparlos dentro de un armatoste industrial llamado UCM es recurrente. Lo mismo pasó con Ryan Coogler. En 2013 dirigió Fruitvale Station, película independiente que tuvo eco internacional por su mensaje social contundente en contra del racismo. Después, Creed en el 2015, donde continúa con el legado de Rocky y lo hace dignamente. Marvel nota el talento de Coogler y le entrega Black Panther en 2018 y su visión y estética hacen una de las mejores películas del universo.

Ahora Da Costa presenta The Marvels, continuación de Capitana Marvel para terminar de interconectar con Ms. Marvel  y WandaVision. The Marvels es una historia acerca del descubrimiento de uno mismo y la búsqueda de los roles que se desempeñan en la vida por medio de los ejemplos que tomamos de otras personas.

Khamala Kan (una extraordinaria Iman Vellani) es Ms. Marvel, una adolescente que encuentra en Capitana Marvel una mujer a la cual quiere seguir y admirar. Esta afición la conecta con su propósito en la vida y también con la misión a la que está destinada.

Me gustan estas películas que no solo son divertidas, sino que realmente reflejan una complejidad humana palpable: madurar, aprender y crecer mirando y buscando roles por medio de ejemplos a los que queremos seguir. Por medio de la idealización de ciertas personas nuestra psique va formando una idea de lo que en algún momento podremos ser en la vida.

Khamala tiene un poder, pero no sabe en qué y cómo enfocarlo. No obstante, al conocer a Carol Danvers en persona, le da visión y enfoque, no solo en la administración de su poder, también en la aplicación de su propia humanidad y calidad familiar. Esta cohesión integral se ve reforzada por la imagen de la superheroína a la que admira al darse cuenta que es un ser humano como ella y que lucha las mismas batallas emocionales, prácticamente en el mismo terreno de la incertidumbre de las relaciones filiales.

Capté muchas cosas de la película. De alguna manera, me sentí identificado con Khamala en esa búsqueda que alguna vez todos pasamos en la vida; una incesante exploración por un sentido más allá de la mera existencia; los modelos que queremos seguir nos dan una dirección del rumbo al que nos queremos dirigir, ya sea para bien o mal.

En un momento, Brie Larson y su Capitana Marvel parecían relleno en el UCM. Sin embargo, en esta secuela encontré más profundidad humana de la que suele verse en una película de superhéroes que lo tiene todo: efectos especiales adecuados, actuaciones y química entre sus actrices, una historia cliché pero que al final funciona. Pero lo que realmente funciona es este personaje adolescente que debe entender de forma express su misión en esta vida y que va aprendiendo en el camino. Khamala es uno de los personajes del UCM mejor delineados y es gracias también al talento de la joven actriz, pero también del soporte de Brie Larson y Teyonah Parris con las que intercala crédito… y Goose.

🙂

Así, lejos de que me lean decir que es una mala película, creo que es algo bueno dentro de este Universo. Tiene el estilo de todas las películas de Marvel y pienso que no va decepcionar. Aprecio la humanidad que refleja en sus personajes, sirviendo para conectar todo un futuro cinemático.