Californication sigue la vida de un novelista que se ha mudado recientemente a California y vive posponiendo sus sentimientos o expresándolos todos juntos en lo que luego se convierte en un acto fallido de su parte. Éste sufre de bloqueo de escritor, lo que complica enormemente su relación tanto con su novia como con su hija y con el resto del planeta.
Hank Moody (David Duchovny) es el protagonista de esta serie, el popular agente Mulder de X-Files toma este personaje con una vida marcada por sus demonios personales y marca una diferencia abismal con el personaje que lo hizo pisar fuerte en la televisión.
En busca de consuelo, culpa de su bloqueo por el estilo de vida hedonista de Los Ángeles hasta la marcha de su novia Karen, lo llevan a Hank a chocarse con la cruel realidad de la soledad y la imposibilidad de negarse a las drogas, sexo y alcohol. Como si faltara algo, su agente y amigo Charlie Runkle, un marido bueno y entregado a su familia, será el primero en sufrir la desastrosa vida de Hank en carne propia.
Aquí algunas razones de por qué ver Californication.
1 El cambio rotundo de Dave Duchovny
Qué hombre no querría ser un escritor con tanto talento que puede permitirse, a veces, desaprovecharlo, con un físico y una técnica infalible para llevarse a la cama a cualquier mujer que se proponga, y que se pasa más de la mitad de su vida de fiesta en fiesta, bebiendo y fumando de todo, a veces recurriendo a vicios aún más peligrosos. Ese es el tipo de personaje que interpreta el ex Mulder. Sencillamente brillante. Por momentos, obvio, sobreactuado, sobre todo en las últimas temporadas donde las ideas se iban terminando y Hank seguía repitiendo los mismos problemas y situaciones.
De todos modos, el vuelco le quedó excelente y Dave pasó a ser un excéntrico y enamorado agente del FBI a un mujeriego, adicto a las drogas y escritor frustrado tan querible como Mulder.
2 La cantidad de hermosas mujeres
La cantidad es incalculable (no sé si estoy exagerando o no), pero Hank Moody se ha llevado a la cama a muchas y hermosas mujeres en las seis temporadas de vida. El desfile es continuo en toda la serie, salvo etapas donde desea hacer las cosas correctamente o tiene alguna deficiencia corporal. No por nada la serie se llama como se llama. Es cuestión de disfrutar.
3 La risa y las lágrimas son salud
Es una comedia con todas las letras. Creo que sigue siendo una de las series más divertidas de los últmos años. La serie se atreve a ir hasta el límite y nos endosa capítulos antológicos, en donde todo se sale de control por la simple razón de seguir de fiesta. Una serie que, cuando menos te lo esperas, te endosa un puñetazo en pleno estómago y te encuentras intentando contener una lágrima.
Californication es capaz de matarte a carcajadas, pero también de englobar ese sentir de fiesta con el día después que pocas veces se refleja.
4 Las tres W: Whiskey, Weed y Warren Zevon
Cada vez que termina una nueva obra, las tres W entran en escena: un whiskey, un cigarro de marihuana (weed) y un tema de Warren Zevon. Es éste el mayor héroe al que se rinde pleitesía en la serie, es el único ritual que Hank respeta a raja tabla.
5 California
Uno puede llegar a sentir ese glamour corriendo por sus venas al ver Californication.
Hank Moody suele recorrer las calles de L.A. arriba de una motocicleta, auto descapotable o cuál modo de transporte se te ocurra. Esa misma L.A. a la que Hank y Karen se mudaron desde Nueva York cuando Becca era aún muy pequeña se puede tomar casi como como un personaje más y que, como se insinúa en uno de los mejores capítulos de la quinta temporada de la serie, Love Song, probablemente sea la culpable de todas, o de la mayoría de las desgracias del protagonista.
Californication sólo tiene sentido, y por eso su título tampoco podría haber sido otro, en California. Sólo allí Hank encontró el rumbo a su vida, lo que verdaderamente quería y puede llegar a ocurrir las cosas que vemos que ocurren en la serie.
6 El fiel e inseparable amigo
La personificación de la desgracia y la humillación. La sombra tras los flashes, pero también, la voz de la cordura en mitad la mitad de la noche. Ese es el amigo Charlie (Evan Handler).
Uno de los giros más interesantes de las últimas temporadas ha sido la modulación de la voz interior de Hank, una atenuación de la orgía de sexo, drogas y rock and roll en favor de una vida más tranquila que le facilite el acceso a Karen y Becca. Y que la fiesta la sigan otros. Que la siga Charlie. Y este como gran amigo que es, toma la herencia.
Junto a Marcy (Pamela Adlon), son la pareja que han sabido rescatar a Hank durante seis años ejerciendo de fieles escuderos. Ambos, aunque especialmente el primero, han tenido que sobrellevar también algunas de las tramas más patéticas, humillantes y enfermizas de la serie. Les queremos porque son de la familia y una de las razones de por qué ver esta hermosa y divertida serie.
