Madonna y su paso por el mundo del cine

Celebrando cuatro décadas de su carrera musical, Madonna llegó a México hace unos días para ofrecer cinco conciertos parte de la duodécima gira llamada The Celebration Tour. Durante las poco más de dos horas del show, la cantante estadounidense da a su público un recorrido musical por cada etapa de su vida, mostrando la versatilidad que la ha caracterizado desde que irrumpió en la industria musical a principios de los 80.

Su talento y su popularidad que ganó como un icono de la cultura pop, le permitieron explorar otras facetas más allá de la música, en donde pudo desarrollar su talento como empresaria y también como actriz. En su faceta histriónica, en donde ha cambiado los grandes escenarios por los sets de filmación, no ha logrado el mismo impacto que con la música, pero por muchos años intentó hacerse de un nombre como actriz.

Dejando a un lado las dos películas que dirigió y sus participaciones musicales como fue el caso del tema principal de 007: Otro día para morir, el cual se titula al igual que la película de James Bond, y en la que tuvo un pequeño cameo; a continuación recopilaremos algunos de sus trabajos más destacados en la industria del cine como actriz, haciendo un repaso al igual que en sus conciertos por su carrera actoral:

Iniciando su carrera como actriz, Madonna dio vida a Susan Thomas, una misteriosa vagabunda que vive en Nueva York, la cual crea una especial conexión con una ama de casa aburrida, misma que está obsesionada con su figura bohemia. Roberta (Rosanna Arquette) hará todo por encontrarse con Susan y su fascinante personalidad.

Un año después llegó Shanghai Surprise, la cual se desarrolla en la década de los 30 durante la ocupación japonesa de China. Madonna interpreta a Gloria Tatlock, una enfermera misionera que busca obtener opio para aliviar el sufrimiento de sus pacientes. Ella se une a un aventurero llamado Glendon Wasey (Sean Penn, con quien estaba casada en ese tiempo) para encontrar un cargamento robado de opio.

Muchos recordarán la canción “Who’s That Girl”, misma que desprendió de la la banda sonora original de la película homónima dirigida por James Foley, en la cual conocemos a Nikki Finn (Madonna), una joven desenfadada que se ve envuelta en problemas cuando es falsamente acusada de asesinar a su novio. Loudon Trott (Griffin Dunne) será el abogado que se encargue de alejar a Nikki, sin saber que su personalidad tan única no será tan difícil de deshacerse de ella.

Basada en el personaje de cómic de los años 30, la película sigue al detective Dick Tracy (Warren Beatty) mientras lucha contra el gángster Alphonse “Big Boy” Caprice (Al Pacino), quien busca el control de la ciudad. Madonna interpreta a Breathless Mahoney, una cantante de club nocturno y el interés amoroso de Tracy.

Se trata de una de las películas más emblemáticas en la carrera de la directora Penny Marshall, y por supuesto en la de Madonna, quien interpreta el personaje secundario de Mae Mordabito, una de las jugadoras del equipo Rockford Peaches, el cual forma parte de una liga femenil, debido a que los hombres están en la Segunda Guerra Mundial. La película se centra principalmente en la historia de la dos hermanas, Dottie (Geena Davis) y Kit (Lori Petty), que se unen a esta primera liga profesional de béisbol femenino. Esta historia está inspirada en un hecho de la vida real.

En la misma época que Madonna lanzó su álbum Erotica, también experimentó toda esta parte sexual en su quehacer actoral con la película El cuerpo del delito. En ella dio vida a Rebbeca Carlson, una mujer acusada de asesinar a su amante millonario. A través de la seducción logra convencer a su abogado Frank Dulaney (Willem Dafoe) para que la defienda de los cargos, a pesar de que todo indica que no es tan inocente como quiere hacerse ver.

Una película muy adelantada al movimiento #MeToo, en donde Madonna interpreta a Sarah Jennings, una actriz que se involucra en un rodaje controvertido dirigido por un director problemático (Harvey Keitel), quien está obsesionado a encontrar la podredumbre de sus actores para impregnarlo en su ficción. Es así que explora temas oscuros, así como la delgada línea entre la ficción y la realidad.

En 1978, Andrew Lloyd Webber y Tim Rice presentaron la ópera rock titulada Evita, basada libremente en la vida de Eva Perón, líder política argentina y segunda esposa del presidente Juan Domingo Perón. Por años estuvo en las carteleras del West End y Broadway, dos de los lugares más emblemáticos para el teatro en todo el planeta. Casi 20 años después, Alan Parker y Oliver Stone decidieron adaptar el guion para cine en donde Madonna tomó el papel principal para contar el humilde comienzo hasta el ascenso a la fama y la carrera política de esta icónica mujer latinoamericana.

Casada con el director inglés Guy Ritchie, padre de su hijo Rocco, Madonna protagonizó este película en donde interpretó a Amber Leighton, una mujer adinerada y mimada que queda varada en una isla desierta junto a un marinero italiano (Adriano Giannini). La relación entre ambos cambia drásticamente mientras luchan por sobrevivir.

Si bien la carrera musical de Madonna siempre fue dirigida para el público adulto, de igual forma que su parte actoral, con Arthur y los Minimoys rompió este modelo al darle voz a Selenia, la seductora princesa un pueblo en miniatura, de la cual se enamora Arthur, un niño de 10 años que vive con su abuela Daisy (Mia Farrow) en una granja tranquila en Connecticut. Convertido en un minimoy vivirá una aventura en contra del malvado Malthazard (David Bowie).