Abigail es una historia de vampiros poco ortodoxa que funciona muy bien

El mito del vampiro en clave romántico tiene testigos literarios relevantes con John William Polidori en 1819 con su obra El vampiro. Luego, con El festín de la sangre de 1845, considerado como el primer libro de vampiros, todo cierra. También debemos mencionar Carmilla de la escritora francesa Sheridan Le Fanu, año 1872. Ahora, con la película Abigail, la imagen se refuerza.

¿De qué trata Abigail? Después de que un grupo de criminales secuestre a la hija bailarina de un poderoso personaje del inframundo, se retiran a una mansión aislada sin saber que están encerrados con una niña que no es normal.

Dirigida por el sorpresivo y efectivo tándem direccional de Scream (2022) y Scream VI (2023) y Boda sangrienta (2019), con guion de Stephen Shields, Abigail es una historia de vampiros que pareciera ser original y sumamente intransigente al mito formal del vampiro. Si bien sigue respetando las reglas que rigen a los Nosferatu como su incapacidad de sobrevivir a la luz, su sensibilidad a las estacas y la conversión de los neófitos bajo la propia muerte física, también es cierto que lo hace desde un punto de vista más inclinado a la comedia negra que al género de terror más ortodoxo.

Si bien Abigail no me ha funcionado en ningún sentido, ni como terror ni como chiste recurrente, pienso que el estilo visual gótico de estos directores es efectivo estableciendo atmósferas para el terror, como en la ya mencionada Boda sangrienta, aunque aquí la comedia negra me parece un total error por distraer al espectador de lo que pudo haber sido una original película de vampiros.

Creo que al ver una película el humor influye mucho en cómo la tomarás. Yo me considero un purista del mito vampírico y muy pocas veces una comedia de terror con este tema me funciona como lo hicieron La danza de los vampiros (1967) de Roman Polanski o What we do in the shadows (2014) de Taika Waititi. El humor debe ser muy sutil y no tan desparpajado como en Abigail para que aporte algo a la historia y así de verdad nutra al mito del vampiro, y aunque Abigail no le interesa que le tomemos en serio, el despropósito de su intención deja caer lo construido en la primera hora soporífera que nos ofrece.

Alisha Weir es extraordinaria como Abigail. En verdad la niña actriz tiene una escenas que enchinan la piel. Su caracterización vampírica funciona muy bien; la comedia disfuncional no logra apagar la seriedad terrorífica que ella le imprime. El resto del elenco es bastante decente y mantiene una película que en muchas secuencias solamente es sostenida por el carisma de sus actores.

Abigail no funciona como una película de terror solamente, sino como una mezcla de comedia y gore desparpajado. Aunque a mí en lo particular no me gusta, creo que a los que disfrutan esta combinación les va a interesar. 

Ya en cines.