Siendo la primera ficción original de Discovery Channel (co-producida junto a Netflix), Frontier narra la historia de Declan Harp, un mestizo canadiense que se rebela contra su mentor, el temerario y sádico Lord Benton, representante de la inglesa Hudson’s Bay Company, la compañía encargada de obtener las pieles de la zona para su posterior comercio en Europa. Y digo obtener para no decir que elimina con desprecio cualquier obstáculo que pueda intervenir en su camino, incluso si esto requiere matar a toda una tribu.
Pero, ¿por qué tanto revuelo por Frontier? Quizás porque está protagonizada por Alun Armstrong (Lord Benton), el excéntrico ex-detective Brian Lane de la serie británica New Tricks, y Jason Momoa (Declan Harp), Khal Drogo en Game of Thrones y Aquaman en la próxima película de DC, quien no necesariamente se destaca por su capacidad actoral pero que sin dudas hace que la serie sea, al menos, interesante desde el vamos.
Toda la trama se desarrolla en el Fuerte James, lugar que conecta las fronteras de los territorios de lo que hoy conocemos por Canadá; un lugar que, además, es disputado por nativos, ingleses, americanos y franceses para adueñarse de las pieles que se pueden conseguir en la zona.
Lo complicado es que Lord Benton, junto al Capitán Chesterfield(Evan Jonigkeit, Toad de X-Men: Días del futuro pasado) y el joven irlandés Michael Smyth(Landon Liboiron, Declan de la serie canadiense Degrassi: The Next Generation) llegan a la zona para hacer de la Hudson’s Bay Company la única compañía que maneje el negocio. Claro que para esto debe enfrentarse a Declan Harp; de ahí todo el conflicto de la serie.
Ahora bien, la serie sigue una narración tan lineal que parece de telenovela (y no lo digo en el buen sentido). Entiendo que su intención es mostrar toda la acción que se desprende de la violenta y despiadada lucha por el poder de la tierra, de hecho hay muchas (¡muchas!) escenas de violencia y salvajismo, pero esto hace que la trama avance sin muchas sorpresas. Tanto, que a veces la historia se vuelve algo previsible. Esta falta de giros narrativos, sumado a la falta de un hilo conductor más interesante, hacen que sea posible aburrirse un poco con el pasar de los capítulos.
Sin embargo, para ser la primera ficción de Discovery Channel (un canal que no se especializa en series de ficción), está muy bien. No al nivel que uno puede estar acostumbrado con Game of Thrones o Vikings, pero muy bien. Quizás para parecerse más a estas series Frontier tendría que desarrollar mejor la construcción de sus personajes dado que en esta primera temporada algunos se ven muy desaprovechados y estereotipados.
De todas formas, para los amantes de las series históricas (y para los que quieran ver a Jason Momoa en acción) creo que Frontieres una muy buena opción para pochoclear sin muchas expectativas en un fin de semana. Los 6 capítulos de la primera temporada ya están en Netflix.
La película lo tiene todo: el carisma de Gosling, la presencia de Blunt y los chistes simplones en yuxtaposición de la complejidad coreográfica con peleas que incluyen un ingenioso manejo de cámaras.